🔥Por que el tocarte fue mi Segundo Pecado 🔥 [ Au Yaoi ]

I -"La luz en la oscuridad"

"Tú no eres una persona que deba estar a mi lado.

Tú eres el sol que ilumino el oscuro camino que yo llamaba vida."

9:00 am

Estarossa estaba teniendo uno de aquellos sueños. Esos de los que nadie hablaba, que nadie confesaba tener. El tipo de sueño que lo hacía sonrojarse al recordarlo a la mañana siguiente. Sin embargo, aquel no se parecía a ningún otro.

 Era mucho más real. 

La mano que sentía a la altura de la rodilla era cálida. Cuando llego al muslo, era ardiente. Su cuerpo ardía hasta lo más profundo de su ser, un lugar adonde sus fantasías más oscuras lo empujaban sin tregua. Y Estarossa se dejo llevar en ese mar de sueños húmedos y sensaciones  deseosas.

Las caricias incitaban, seducían, abrasaban su cuerpo y  el contacto lo derretía.

Cuando los dedos se detuvieron sobre el dobladillo del camisón y le subieron la prenda hasta el abdomen , el leve roce de las uñas dejó un rastro hormigante en su piel.Un estremecimiento placentero, un escalofrío de expectación,  caricia incitante.

El contacto y las sensaciones se tornaron más ansiosas, más deliberado, instándolo a mostrar el mismo apremio de las fantasías. Y desde luego que  en efecto ,  la lujuria emergió, incendiándole y quemando cada parte de su piel. Y el  Deseo en sus sueño cobró mayor intensidad hasta que no quedó más que aquel fuego y su pulso acelerado. 

Estarossa se estiró, preso de anhelo. La mano descendía acariciante por la cara externa de su muslo para subir al lado interno. Arqueó el cuerpo para recibir la caricia, las sensaciones del despertar llamado instinto carnal se hacia cada vez mas presente.
Cuando el contacto cesó, él continuó arqueándose, echó la cabeza hacia atrás, consciente sólo de aquella extensión de su piel que ardía bajó esa mano desconocida.

"No te detengas... " pensó agobiado y preso de las caricias que solo su mente podía desarrollar y Suspiró aun entre sueños el sentir del contacto de una segunda mano ascendiendo por su tórax,abriéndose paso bajó el camisón.  

El mandamiento  deslizó los dedos sobre las sabanas, jamas recordó tener sabanas tan suaves  ni almohadas tan esponjosas  con esencia a  flores, tal vez fue su imaginación pero había algo particularmente extraño  en ese sueño . Aquellas manos fuertes y ardientes lo agarraron  por la cintura y tiraron de él hacia abajo, como si lo estuvieran acomodando.

De su garganta brotó un ronroneo.

Los abrasadores dedos trazaron un círculo alrededor de su ombligo. Su Abdomen  se contrajo en respuesta, relajándose a medida que la caricias se suavizaba y comenzaba a descender. Sus muslos se abrieron y su cabeza cayó hacia atrás,arqueándose, en un gesto que se distanciaba  de ser una negativa de su parte . El círculo se amplió y el mandamiento  se retorció inquieto. Comenzó a sentir un estremecimiento en el vértice de sus piernas abiertas y su aliento se hizo dificultoso.

Deseaba... 

No sabía lo que deseaba. 

Todo en él era deseo. 

Estaba anhelante, sediento. 

Un estremecimiento le recorrió.

Entonces un  gemido de placer se escapo, el suave sonido del  anhelo masculino. 

Y  " Eso penetró en su sueño " , arrancándolo de las profundidades de sus fantasías.

La voz le resultaba familiar, el sonido no, pero si recordaba haberlo  escuchado.