↶𝐓𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 ⇢ ❝ᴅᴜʟᴄᴇ ᴠᴀɪɴɪʟʟᴀ❞
❐ ❝ ִ Cada día que pasaba sus sentimientos eran
más claros, la cabellera rubia tras el escaparate
era la clara razón de su ne...
Su afecto hacia él cada día iba creciendo, se iba haciendo más fuerte, más apasionado desde la primera vez que lo vio.
Era casi enfermiza la necesidad de tenerlo cerca, tocarlo, de sentir que estaba junto a él.
No tenía palabras para describir lo que sentía cada vez que llegaba a olfatear ese caracteristico aroma, sus ojos, sus labios presionando contra los suyos, el cuerpo del alfa rozando su piel
— Mierda—Pensó el castaño, todo de él lo volvía loco.
El aroma que lo hacía volver a la infancia.
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Era un día más visitando el lugar en donde pasaba la mayor parte de su tiempo, el lugar que le hacía revivir momentos nublosos, algo quedeseaba descubrir.
—Buenas tardes, Jin —Pronunció en forma de saludo un rubio de grandes manos detrás de un lindo escaparate de vidrio—
El jefe trabajando en su propio café, y no cualquier cafetería, una de las mas demandadas y grandes. Las personas aún se preguntaban ¿Por qué el jefe teniendo tantos empleados? Ese lugar era tan visitado, que los cafés y postre eran bien pagados, las ganancias eran de miles en un solo día las personas se iban, y entraban aún más, nunca estaba vació, el jefe de ese gran negocio debería descansar.
—NamJoon... —Miro al alfa frente suyo, siendo tan lindo, tan atractivo— Y-yo... Buenas tardes, deseo un bingsu, y un café.
¿Ya había mencionado que iba cuando apenas salia el solo y cuando desaparecía? El ir al café y ver a ese rubio alfa trabajar consolaba tanto a su lobo omega, además de eso, todo era exquisitamente delicioso, con sus visitas, Kim SeokJin ya había probado todos los postres de aquel lugar, y por suerte fue el primero en probar algunas postres y bebidas de café deliciosas, lo mejor de todo era que cada postre, café era a base de esencia vainilla, cada vez que se abría la entrada principal se podía ver a personas pasar por ahí inhalando todo lo que salia de aquel lugar, y claro que no se quedaban con las ganas, entraban gustosos a pedir una variedad de cosas, todo el lugar olía deliciosamente a vainilla.
