𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬| 𝐒𝐨𝐧𝐢𝐜 𝐓𝐡𝐞 𝐇𝐞𝐝𝐠𝐞𝐡𝐨𝐠

Capitulo 1

𝕮𝖚𝖒𝖕𝖑𝖊𝖆ñ𝖔𝖘 𝕺𝖑𝖛𝖎𝖉𝖆𝖉𝖔

Muchos adultos comparten la opinión —O tal vez no— de llevar dinero y comida a la casa, trabajar para que sus hijos no les falte nada y de paso ser su ejemplo para ellos a la hora que les toque salir y tener su propio dinero.

Sin embargo hay casos en que la situación se les sale de las manos inconscientemente o tal vez si estén al tanto pero deciden ignorarlo.

Bajo del autobús escolar y desde afuera se despidió de sus compañeros que movían sus manos en señal de despedida para entrar a su casa, toda esa felicidad que cargaba poco a poco desapareció al no ver a nadie.

Otra vez solo en casa erizito.

—Tal vez...si lleguen antes del anochecer—Susurro para ir a su habitación y dejar su mochila en la cama—

Se cambio su uniforme por la ropa que había escogido para ese día y se acercó ansioso a la ventana, con esperanzas de ver llegar a sus padres.

¿Cuantas veces habré hecho esto?

Ni el mismo lo sabía.

No sabia lo que pasaba, todo iba bien hasta que hace un año comenzó todo, una llamada que provocó la alegría en sus padres y cambios repentinos en sus vidas, tenía claro que sus padres trabajaban para tener dinero, agua, comida, y cualquier cosa.

No podía quejarse pero también quería volver a los tiempos de antes ¿Era egoísta desear que sus padres pasarán el tiempo con el?

Jugar fútbol con su padre y correr en el parque, aprender a pintar con el, recibir los besitos en sus mejillas de su madre y por supuesto los postres que ella preparaba.

Alzó sus orejitas—Ya que las había bajado al recordar esos momentos—Al escuchar el sonido de la cerradura de la puerta de la casa, rápidamente salió de su habitación y bajo corriendo las escaleras, corrió hacia su madre y la abrazo, la mujer casi se cae por el repentino abrazo.

—Hola erizito, me asustaste—Sonrió por los leves ronroneos del niño, y acaricio con lentitud sus orejas—

—Mamá, me alegra de que llegaste ¿Y Papá?

—Mi amor, lo siento.

Su estado de ánimo si que parecía una balanza por lo rápido que sube y baja.

—Vine por unos papeles que olvidé, mi amor, ¿No te molestara quedarte solo hasta las 3? Vendra tu tía a cuidarte, tu padre y yo saldremos algo tarde de la oficina.

—No...no me molesta Mamá.

—No es muy seguro pero tal vez mañana tenga la tarde libre para salir azulino, ¿Te parece?

—Si.

Susurro y su madre subió las escaleras sin notar las pequeñas lágrimas que se iban formando en esos ojitos verdes.

Tal vez planean algo ¿Verdad?  No lo habrán olvidado ¿Cierto?

—Erizito ya me voy, pedí pizza para ti, déjanos un poco a tu padre y a mi ¿Ok?