Japan. Yokohama, Tokyo. 23:45.
February, 24th. 2025.Los pasos provenientes de la esbelta figura femenina resonaron en la atmósfera de aquella inmensa habitación. Ella se inclinó sobre el escritorio, y sin palabras de por medio, dejó la fina taza de té frente a quien se proclamaría como su jefe.
— Gracias.
El pelioscuro murmuró, tajante bajo su lógica de responder lo justo y suficiente. Su mirada permaneció intacta en el horizonte que, obstruído por los edificios de la gran ciudad, se mostraba a través de su gran ventanal.
Permanecía calmo e inmutable, todavía sin poder ignorar por completo su actual situación.— Bunkōu amenazándonos de rodear el puerto ha sido el escenario más patético que he visualizado en lo que va del año. Lo último que les faltaba era ahorrarme el trabajo de humillarlos frente a toda la ciudad.
Jeon Jungkook habló para sí mismo. Su reflexión fue retórica, pues al encontrarse completamente solo, no esperó respuesta alguna a sus palabras.
— No tienen la capacidad, ni el armamento, ni el personal.. ¿qué demonios pasa por la cabeza de su nuevo líder?
La noche no tuvo paciencia ante los pensamientos de aquel alfa. Cayó con profundidad, inundando de silencio la imparable metrópolis, y logrando casi el mismo efecto que aquel oscuro café provocó en el organismo del mayor.
Fue la luminosidad propia de la mañana lo que inevitablemente lo despabiló.
— ¿Jungkook?.. —El agudo tono de la voz ajena habría pronunciado su nombre por sexta vez.
— Jeon para ti. —Respondió, y para entonces, sus ojos se volvieron a abrir, terminándolo de despertar.— ¿Qué necesitas, Jimin?
— Pues.. que te despiertes. Te quedaste dormido en esa silla, y tenemos cosas que hacer hoy.
Un efímero pero incómodo silencio conectó las miradas de los dos.
— Qué cosas tenemos que hacer hoy.
Jimin dudó, inseguro de si el mayor estaba hablando con seriedad o no.
— Estamos todos esperando tu respuesta ante la amenaza de Bunkōu, Jeon. Ya tiene dos días y no hemos hecho absolutamente nada.
— Si no he hecho nada al respecto durante más de 48hs, mi respuesta está más que clara. —El semblante del pelioscuro recuperó su vitalidad.— Retírate, Jimin. Necesito terminar de amanecer a solas.
Con tan sólo un chasquido de lengua, el dueño de la brillante cabellera gris platino desapareció de dicha habitación.
Una vez más, Jungkook se encontró divagando en su propia oficina-dormitorio. Sus pies se arrastraron de una punta a la otra, sus dígitos se mantenían ocupados en ayudarlo a morder sus propios labios una y otra vez, y su mirada permanecía intacta, firme en el suelo que de una suave alfombra se revestía.Por más que hacía tan sólo minutos lo había negado, su cabeza formularía una pronta respuesta ante tan confrontación.
Bunkōu, conocida como la movilización delincuente encargada de la administración portuaria de Kawasaki, habría sido el rival por naturaleza de quienes se proclamarían como Vákkyo, responsables de la misma tarea sobre el puerto y la ciudad de Yokohama.
Jeon Jungkook fue nombrado líder de Vákkyo tras cumplir sus veintiún años. Por herencia, el joven estaría a cargo de lo que prácticamente sería una mafia que controla por completo tanto los negocios como los crímenes del área bajo su mando. El voluminoso equipo estaba conformado por más de mil quinientos integrantes, todos ellos permanentemente ubicados en un edificio, situado en el centro de la ciudad de Yokohama. Con ayuda del gobierno japonés y ante el impecable desarrollo de la agrupación a lo largo de los años, Vákkyo obtuvo los permisos para reprimir y maniobrar a su gusto en la totalidad de dicha localidad.Por otra parte, la ciudad vecina habría seguido los mismos pasos al darle origen a Bunkōu: la unidad a cargo de la seguridad de Kawasaki. Antiguamente liderada por Kim Namjoon, la efectiva pseudo-mafia también contaba con los permisos correspondientes gubernamentales para, básicamente, actuar acorde a sus propias reglas.
Los puertos de ambas ciudades se encontraban bajo el mando de sus respectivos líderes, quienes de alguna forma u otra, habían aprendido a convivir gracias a la inevitable cercanía geográfica.
Fue aquel accidental y contraproducente hecho el que quebrantó para siempre el pacífico pacto entre las dos organizaciones con más peso político y económico de todo Japón.El 14 de agosto de Noviembre del año anterior, la lluvia mojó el barrio de Kanazawa cuando la noche dio lugar a que tanto Bunkōu cono Vákkyo se adueñaran de las calles, ambos en búsqueda de tres masculinos que hacía ya una semana venían causando disturbios en ambas ciudades. Robos, intentos de homicidio y venta ilegal de drogas duras fueron tan sólo algunas de las causas que inquietaron a las dos movilizaciones.
La secuencia del momento de la captura fue tan rápida como confusa. El ambiente se llenó de gritos, corrompidos por las frenadas de los autos y los disparos que, al silenciarse, evidenciaron el resultado.
Los tres masculinos habían sido inmovilizados. Dos en manos de Park Jimin, el perro fiel de su líder, y uno en manos del jefe adversario, Kim Namjoon. El caos se desató cuando absolutamente todos los presentes vieron la manera en la que aquel presidente, tan prominente como impecable al representar la esencia de Bunkōu, cayó al suelo de manera instantánea y en tan sólo minutos, murió.
Las balas provenientes de algún novato partícipe de Vákkyo siguieron la dirección errónea y consiguieron efectivamente el concreto asesinato del líder de la mafia portuaria vecina.
— Retirada. El conflicto está declarado.
Las palabras de Min Yoongi fueron las únicas que se escucharon aquella noche luego del prometedor suceso. El perro fiel del líder, su mano derecha, había guardado silencio tras reclutar a todos sus integrantes y abandonar la escena, expuesta bajo la fría y húmeda noche ante la sumatoria de los miembros Vákkyo.
No había mucho más por hacer. Ni siquiera el mismísimo Jeon Jungkook podía justificar el hecho con algo tan irrelevante como la genuina intención de sus actos.
Tan sólo le quedaba responsabilizarse de la situación, y confrontarlos.Fue así como, en el pasar de los meses, ambas ciudades se vieron ligeramente afectadas por los indirectos ataques de una a la otra. El problema evidente en la más reciente amenaza, era que a oídos de Jungkook, había llegado la información de que finalmente Bunkōu había nombrado un nuevo líder.
La organización lleva al éxito, dicen.
Y Jeon sabía perfectamente que el éxito de algunos, significa el fracaso de otros.
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vorágine | kookv
FanfictionLa rivalidad se convirtió en su más grande tentación. » jjk¡!top & kth¡!bottom » violence | lemon | nsfw