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Las cosas habían cambiado lo sintió, cuando empezó a sentir un leve calentamiento en su brazo, casi sin molestia, pero después de una hora de no hacerle caso, un ardor se extendió de su brazo. Le llamaba y tenía que ir, no recordaba la última vez que hubiese sido tan considerado como para no partirlo del dolor al acudir cuando lo llamaba.

Se levantó con cuidado de no despertar a su joven amante, hace solo unas horas habían hecho el amor y se había entregado por completo al experiencia, solo dando y tomando todo el amor que el quisieras darle. Le amaba se tardó un tiempo en darse cuanta pero ahora lo sabía y no había nada que lo hiciera cambiar de opinión. Cuando habían llegado al final le había susurrado al oído que lo amaba y él le respondió lo mismo.

Severus se vistió rápido y salió de las protecciones del castillo, para aparecer en la entrada de la mansión Riddle, entro rápidamente, encontró a su señor sentado en uno de los sillones que daba para la chimenea y Lucius a su lado, también extraño, no recordaba que dejara que alguien se sentara a su lado en ningún momento, porque para él todos los demás eran inferiores.

- Mi lord – saludo y espero a su lado no sabiendo que hacer.

- Siéntate, llegaste tarde- dijo simplemente, Severus se sorprendió, no había castigo.

Me senté junto a Lucius esperando, estaba expectante al igual que él, muy pocas veces nos llama, solo a los dos para algo en específico.

- Lo que les voy a comentar es algo importante, que cambiara algunas cosas- empezó Tom, hace solo dos horas su mente se despojó de una neblina que lo mantenía cautivo en su propia mente – Hace unos años yo me enamore de un muchacho, tuvimos un hijo.- respiro profundo porque no sabía cómo continuar- alguien me lanzo una maldición o un hechizo que hizo que mi mente quedara encerrada comportándome como me han comentado que me he comportado hasta ahora, nada de lo que ha pasado debía pasar, ustedes me recuerdan verdad, como era antes, sé que mis planes han cambiado pero deben de creerme, nada de lo que he hecho ha sido en mis cinco sentidos- dije en voz baja y casi rota todavía me falta comprender como he llegado hasta este punto.- algo debió pasar con mi hijo, porque es la única explicación que se me ocurre para que este hechizo se rompiera.

Severus se había quedado en shock, esto no estaba mal, el lord realmente se veía mal, y sus ojos habían vuelto al azul que algún día fue.

- Su hijo, mi lord – dije con un poco de duda.

- Si Severus, mi hijo, recuerdo cuando nació, era tan hermoso, con los ojos de mi madre y mi nariz, todo lo demás se parecía su papa, con ese cabello negro y su boquita, era tan pequeño que pensé que se rompería en mis brazos.- dijo el lord casi en un susurro, y con lágrimas que trataban de no escapar de sus ojos, y por primera vez me pregunte de que iba todo eso. Un momento después de que el lord respirara profundo sus ojos volvieron al rojo ya muy conocido por nosotros. – y después lo último que recuerdo es que él fue a saludar al esposo de Lucius y no volvió para comer, cuando llegue al lugar estaba Narcisa y Lily en la mansión. Solo eso.

Decir que estaba es shock era poco, a mi lado Lucius casi se atraganto con su propia saliva al decir – esposo, a que se refiere mi Lord- dijo casi gritando

- Al parecer no solo a mí me lanzaron el hechizo, también está sobre ti, y posiblemente también en Nott- dijo más calmado Tom, El lord respiro profundo como dando orden a sus pensamientos.- muy pocos eran cercanos a mí, sabían de mi carácter y de mis planes, por lo tanto nadie de se dio cuenta de mis cambio, o si se dio cuenta posiblemente murió. No lo sé, lo que me ha dicho Nagini es muy poco y quiero que ustedes rellenen esos espacios vacíos o de lo que ustedes saben, porque si ustedes también están hechizados, no sabrán cual es la verdad.

La vida que quiero vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora