Capítulo 1: corazón fragmentado

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Es hielo abrasador, es fuego helado,

es herida que duele y no se siente,

es un soñado bien, un mal presente,

es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,

un cobarde con nombre de valiente,

un andar solitario entre la gente,

un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,

que dura hasta el postrero paroxismo;

enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es su abismo.

¿Mirad cuál amistad tendrá con nada

el que en todo es contrario de sí mismo!

De: Francisco Quevedo

Cuando niño, me encantaba la poesía, mi poema favorito era "definiendo el amor" de Francisco Quevedo, pero actualmente me doy cuenta que solo es una palabrería de frases cursis. el amor solamente es la racionalización del impulso sexual que existe en todos los animales y ha evolucionado a un nuevo concepto que nace de una idea utópica sobre la naturaleza humana, por eso es que pasamos de "estar en celo" a "estar enamorados", pero no puedo negar que sigo recitando algunos versos de esta obra de vez en cuando... pues a fin de cuentas es un lindo poema.

"Es herida que duele y no se siente... Un soñado bien, un mal presente"

Al rededor de los 10 años, salía todas las tardes a pasear a mi perrita (mestiza) que en ese momento se encontraba preñada por una vez que salió sin que nos diéramos cuenta por un agujero que había hecho bajo el portón y solo la encontramos 2 días después que había escapado (al pasar un tiempo nos dimos cuenta que estaba esperando perritos) después de que nacieran sus cachorros, uno de los más pequeños quedó atrapado entre los hilos de un saco para leña rasgado que se encontraba entre la pared y el galpón. debido al reducido espacio que esta zona proporcionaba, ningún familiar podía pasar, ni siquiera mis primos a quienes pidieron venir solamente para intentar sacar al perrito de aquel aprieto, yo quería ir a ayudarlo, pero mi abuelito no me lo permitía pues me decía que era muy frágil de corazón y al entrar a buscarlo, solo iba a lograr quedarme paralizado por ver la sangre, por eso esperé a que mi abuelito me apartara la vista y rápidamente me escabullí a rescatarlo, pero mi abuelito tenía razón y me quedé paralizado al verlo de cerca y estaba totalmente abrumado por no saber que hacer. Escuchaba la voz de mi abuelito como si estuviese muy muy lejos y se me nublaba un poco la visión, pero mientras trataba de sujetarme, logré estabilizarme lo suficiente como para retirar lentamente las cuerdas que envolvían su pata y cuando las retiré todas, logré ver el origen de tanta sangre... Su pierna estaba deshecha por los constantes forcejeos intentando salir de ahí, volteando la vista, vomité al lado contrario de donde estaba el pequeño animal y luego que mis nervios se calmaron un poco, lo levanté lentamente tratando de no empeorar mucho su agonía, me partía el alma escucharlo gemir de dolor tan desesperadamente, cuando lo saqué, en lugar de sentirme alegre por demostrarle a mi abuelito que no soy tan débil como él creía o algo por el estilo. Me sentía mal por el perrito, por su dolor, sentía mi pierna tan pesada como si me doliera una herida que no era mía, cuando mi abuelito vio toda la sangre que llevaba encima, más la del perrito (sin mencionar toda la que regó anteriormente) iba a hablarme, pero antes que lo hiciera logré articular torpemente las palabras para decir:

- no va a sobrevivir, ¿verdad?

- no hijo, lo siento - exclamó un poco sorprendido porque me hubiese dado cuenta y mayormente porque lo hubiese aceptado tan de prisa.

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2020 ⏰

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