Aquel inolvidable campamento de verano

¿Amor a primera vista?

Era un caluroso verano en Inazuma, pronto iniciaría un campamento que recibiría a muchos jóvenes, Anna estaba mirando el folleto informativo del sitio, sus padres saldrían de la ciudad y habían decidido dejarla ahí "abandonada" como ella decía, por dos semanas. Estaba recostada en su cama suspiró con algo de fastidio ya que ella y la naturaleza no eran muy amigas, en el sentido de que el sitio estaba plagado de insectos y ni se diga de la tierra luego de haberse mojado por la lluvia ya que pisaría lodo y arruinaría su calzado; dejó el folleto a un lado, solo podía pensar en lo difícil que sería lidiar con todas las tareas del campamento.

Al día siguiente, su equipaje estaba siendo subido al auto, ella estaba algo disgustada ya que prefería hacer el viaje con sus padres, pero esta no sería la ocasión, entró y cerró la puerta del vehículo, bajó la ventana y se despidió de sus padres con un rostro algo triste, el recorrido fue algo largo ella en todo el viaje se había dedicado a escuchar música y leer una revista de moda. 

Cuando llegó por fin ella dejó de lado lo que hacía y bajó la ventana para ver afuera, todos los jóvenes bajando de los autobuses y otros como ella, de sus autos. Algunos se saludaban otros iniciaban a conocer nuevas amistades, Anna decidió por fin bajar, el conductor llevaría sus cosas, ella se abrió paso entre los chicos y chicas hasta las mesas de información donde dijo su nombre. —Soy Mikado Anna. —pronunció, justo un chico alto, de mirada desinteresada, se para a su lado junto a su maleta que sostenía  tras las espalda con su mano; la joven chica que estaba a cargo de asignar a cada persona su cabaña le dio una hoja a la chica que no apartaba la mirada del chico, sorprendida por su persona, tomó lo que le entregaban y se retiró lentamente.

—Nosaka Yuma —Solo un instante, uno muy pequeño el volteó a verla haciendo que su cuerpo se estremeciera, sonrió y volvió a lo suyo, Anna se retiró para ir en busca de su cabaña, no sabía como se llevaría con aquel chico y tal vez estaba acostumbrado a que todas las chicas reaccionaran así cuando lo veían; ella sería una más, pensó. 

Pidió a su conductor que le acompañara a buscar la cabaña C, que era la que le correspondía, al llegar pidió que se le dejara su equipaje en la entrada y que se retirara ya que ella se encargaría de todo desde ese momento. Una vez sola viendo como muchos iban caminando por el lugar en busca de sus cabañas, ella inhaló aire ya que no sabía como serían sus compañeras, si se llevaría bien o mal, solo abrió la puerta y con su mirada seria entró al sitio que contaba con cuatro chicas que estaban hablando, tres de ellas al ver a Anna, con su presencia impecable, hermosa cual flor, asumieron que era una estirada con mucho dinero.

—Con permiso —dijo para tomar sus cosas y ponerlas sobre la cama, las otras solo volvieron las miradas para luego seguir hablando.
—Algunas personas no resisten tanto a la actividad física... —comenta una chica haciendo que Anna mirara un momento, pero no hizo caso.
—Si... en este sitio solo caben las personas que tienen resistencia, creo que al final alguien pedirá volver a casa.
Anna cerró su maleta ya que estaba intentando acomodarse y ahora estaba enojada por los comentarios de sus compañeras. —Tal vez me vea frágil, pero tengo la actitud y fuerza para soportar estos días a chicas como ustedes y al campamento también.
—Mira niña rica, solo mantente alejada de nosotras. —Las tres chicas salieron de ahí. —Vamos Otani.
—Disculpen chicas, pero si la van a tratar así mejor dejo de juntarme con ustedes. —Las otras se enfadan pero esta no hace caso y decide presentarse. —Otani Tsukushi, un gusto...
—Mikado Anna, de verdad ¿Cómo se atreven a decir esas cosas? no tienen respeto.
—Mira no les hagas caso, estás conmigo, la pasaremos increíble estas dos semanas, quiero que seamos buenas amigas. —dijo la castaña mientras sonreía.
Anna solo asintió, estaba feliz de que por el momento tendría compañía en ese par de semanas, ya que así olvidaría el viaje al que quería acompañar a sus padres.