Ahora lo sé, ya lo entendí
No odian mi destreza,
Odian la libertad y me odian a mí.
Si me dan ese papel ¿Qué hacer?
Me vuelvo esa astilla encarnada,
la piedra en tu zapato derecho.
El chocolate amargo en tu caja de bombones.
Existo para hacerte la vida imposible.
Soy el motor del caos, encarnado en un ser.
Hecho de la materia de tus frustraciones.
He venido, sin querer, a joderte la existencia.
Te incordio tanto que te obligo a improvisar
¿Solo así haré aflorar tu yo de verdad?
Entonces, bien. Sirve esta irreverencia.
Si así puedo hacer que en serio seas tú,
y no más una muñeca o ciudadano a cuerda,
hoy le gane una partida, a la sociedad que te domestica.