✦ׁׅ͡𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐂𝐓 𝄒 Karmaland 4 x Lectora

𔓕. protect

CUANDO ERES un dios, eres intocable.
Nadie puede mandarte a menos que seas un rango inferior, o a menos de que te hayas metido en algún problema en el cual los de alto mando te limiten; y lamentablemente, ese fue el destino de la hermana menor de los dioses, la pequeña diosa del karma, o (T/N) para sus seres queridos.

Era una tarde de invierno y la pobre estaba que se moría de frío. Su piel se sentía extremadamente fría a comparación de otros días, y lamentablemente no traía puesto nada abrigado. Pensó que Karmaland seria un lugar más caluroso, y su querido hermano había asegurado que "iba a estar bien". ¿Acaso congelarse era el sinónimo de ello? Probablemente para él, si.

Tenía una mala racha, no iba a mentir. No había ninguna señal de vida a su alrededor, ¿Cómo Heberon había pensado que podría manejarse sola? Habían quitado gran parte de su poder, y la mandaron en un rayo tan rápido lograron capturarla. La excusa fue que tenía que "cuidar Karmaland", porque era su "deber", pero sabía que la habían mandado a ese tonto lugar para que pudiera aprender de sus errores. Los dioses eran demasiado severos.

Refunfuñó. Le dolían las piernas y, en general, todo su cuerpo debido al esfuerzo excesivo de energía. Probablemente habría estado caminando en círculos, ¿Acaso ese era el mismo árbol de hace un rato?

-Voy a ahorcarlo cuando lo vea -aseguró con rabia, cerrando sus manos como si estuviera apretando algo.

De repente, un pequeño sonido de llanto captó su atencion. Quizá era un humano, pero la posibilidad de que fuera la llorona era aún más grande; imploraba que no fuera así si quería seguir viviendo.

Dio unos pasos más en busca del sonido. Tenía curiosidad por saber qué es lo que se podría encontrar, y, más allá de eso, se preguntaba... ¡¿QUÉ CARAJOS HACIA EN EL FRIO DEL BOSQUE A PLENAS HORAS DE LA NOCHE?! Parecía que ni siquiera era consciente del peligro que podría brindarle los monstruos; a lo mejor, era un ciudadano perdido, o eso creía.

Pasó por detrás de un árbol y allí lo pude ver. Se trataba de un chico de cabellos azabaches el cual estaba sin camisa y además, tenía un casco de Star Wars en sus manos.

-Dios mío, a este joven le va a dar hipotermia -murmuró mientras achinaba sus ojos, tratando de enfocar su vista.

Comenzaba a debatirse mentalmente, ¿Debería acercarse o dejarle llorando?

Bueno, al carajo todo, tampoco es como que pueda morirme, pensó.

Comenzó a caminar hacia él con cuidado y tratando de no hacer ruido, pero parece que el mundo estaba en su contra y terminó pisando una ramita, generando mucho ruido.