O23

326 58 32
                                    

Podía decirse que estaba abusando de su buena suerte, si.

Pero si bien no podía estar con Johnny se sentía en la obligación moral de ayudar a Doyoung, quién le había relatado la mayoría de las cosas omitiendo los detalles que considero incensarios y algo en lo que le dijo, parecía no estar bien.

— Por fin tengo el honor de conocer a Taeyong — escucho una voz detrás de él — Ten habla tanto de ti, seguro son los mejores enemigos del mundo —

— ¿Qué? ¿Te envió a vigilarme Yuta? —

— ¡Oh! Me conoces, es un honor aun más grande —

— Yo conozco a todos los demonios —

— Si, tal vez solo tú — murmuro pero Taeyong perfectamente pudo escucharlo — En fin, te vi y quise saludarte ¿Cómo esta mi amor Sicheng? ¿Por qué no ha bajado a verme? Es un desconsiderado —

— ¿Mi amor? ¿Sicheng? — pregunto cruzándose de brazos y haciendo una expresión de confusión total — Cuantas confianzas para ti, después de que Sicheng ha rechazado tu amistad tantas veces —

Yuta sonrió, tal parecía que su adorable ángel se había encargado de informar de su actual no relación.

— Esta molesto —

— ¿Ah sí? ¿Por qué? —

— Cosas de pareja — respondió recargándose en una de las paredes — Cosas que no entenderías, porque los ángeles son tan buenos y puros que no se enamoran, o lo hacen entre ustedes, ya sabes para no romper ninguna regla, por miedo a ser expulsados, cosas de ángeles —

— Claro porque los demonios se la pasan rompiendo reglas, una tras otras con el fin de demostrar lo malos que son y lo poco que les importa el mundo, solo así se sienten superiores, ya sabes, cosas de demonios —

Yuta comenzó a reír, con aquello confirmaba que Ten tenía razón y que él ángel frente a él no era uno cualquiera, Taeyong tenía cierto rango y lo demostraba, poseía esa seguridad que no se veía en cualquiera además de ese porte de firmeza y el no querer salir corriendo a la primera.

— Joder que si no estuviera enamorado de Sicheng y tú del humano, podríamos ser una gran pareja —

— ¿Enamorado? — esta vez fue el turno del ángel de reír — Por dios, que divertido y por lo que veo Ten no es nada discreto, me ofende que este divulgando los problemas que estamos teniendo —

— Ya lo dijiste, nos gusta romper las reglas — respondió con una sonrisa — ¿Y a que se debe el privilegio de verte por aquí? — pregunto mirándolo fijamente pues estaba seguro que no estaba ahí por nada, no obstante tampoco le iba a decir fácilmente — Conozco este mundo muy bien y podría ayudarte a buscar a quien quieras, solo di su nombre —

— De verdad que eres gracioso, pensando que confiaría en ti —

Sin decir nada más simplemente desapareció dejando a Yuta un poco sorprendido, solo un poco, aunque después sonrió.

— Y después dicen que los demonios somos los mal educados — murmuro — Aunque creo que estas buscando a alguien —

No era para nada divertido si después de lo que había pasado Doyoung no se aparecía por ahí, de verdad que no lo era.

De hecho lo ponía bastante molesto ¿Qué clase de ángel era que era tan cobarde como para ni siquiera afrontar sus propios problemas? ¿Qué clase de ángel pasaba por una situación con un humano y lo deja a la deriva confundido? Claro que él no era un humano y tampoco estaba confundido.

Above & BelowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora