Era sabado, un dia normal en la apacible vida de un chico de 16 años, despertaba para realizar mis actividades diarias (comer, ver television y jugar futbol), nunca imagine que ese dia marcaria mi vida entera.
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Mi mente solo tenia espacio para mis estudios, el futbol y para ella, una chica, la chica de mis sueños, un poco mas grande que yo, mi amor platonico, amor de secundaria y quizas el de varios. Llenaba una lista imaginaria de requisitos que tendria mi mujer perfecta, mi mujer ideal, caracter fuerte, inteligente, independiente y un sin fin de cualidades dificiles de enumerar. Como con todo amor platonico, uno suele ilucionarse, soñar despierto y esperamos el dia para poder decir todo lo que hemos callado, como aquel sabado.
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El destino suele jugar a su antojo con nuestras vidas, nos quita, nos pone y, en ocasiones, nos da la oportunidad de ver cosas que cambian nuestras vidas, como aquel sabado.
A diario podemos ver como las parejas sufren rupturas, peleas y reconciliaciones, pero muy pocas veces somos testigos de el "nacimiento" de una relacion, yo fui uno de ellos, aquel sabado.
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Aun y con mis 16 años era un chico muy solitario, me gustaba salir al frente de mi casa para ver a la gente, observar su comportamiento, algunas con prisa, otras con una pasividad que daba sueño, en fin, solo esperaba ver a esa chica, 1.60, tez aperlada, ojos grandes y hermosos, boca linda con labios perfectos y bien definidos, nariz chica y redondita, su sonrisa, tan grande Y llena de vida como ella misma. Solo un pequeño gran detalle, su corazon estaba a punto de dejar de pertenecerle, y empezaba a tener nombre y apellido... Aquel sabado.
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Ella paso frente a mi casa con su cadente caminar, mi mente gritaba y pataleaba "ve tras ella" pero mi inseguridad me hacia callar, el destino quizo ponerme en el momento y lugar exactos, justo frente a mi vi como ella conoceria al hombre que haria de ella una mujer y una madre excelente. Todo sucedio aquel sabado.
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El destino ponia frente a mi una escena nada agradable para mi vista ni para mi corazon, afortunadamente para mi, el destino habia adquirido una gran deuda conmigo.
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Aquel sabado el destino y yo empezariamos una lucha mano a mano, con una deuda que estaba ansioso por cobrar...
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Tarde?
RomanceToda historia de amor tiene distinos caminos, es el destino quien rige el rumbo que tomará...