Tinta FLOZMIN

Capitulo 27

Los oscuros ojos marrones de Flor miraban los brillantes ojos verdes de Jazmín mientras el aire era sacado de la habitación y Jazmín se quedaba sin aliento. Había calor inundando toda la piel de Jazmín y un dolor entre las piernas que nunca antes había sentido tan intensamente. Su corazón latía con fuerza y ​​se sintió mareada. Cualquier ligereza a la que Jazmín se había aferrado en un intento de aliviar sus nervios desapareció y La interactiva Tattoo Tour Florencia Estrella se volvió muy, muy grave en ese momento. Jazmín tragó saliva y se lamió los labios; En realidad estaba salivando ante la vista ante sus ojos.

Los senos de Flor, los senos desnudos de Flor, el cuerpo semidesnudo de Flor, los tatuajes de Flor, el culo de Flor presionando contra mí. A Jazmín le pareció extrañamente refrescante que su función cerebral se hubiera reducido de su velocidad normal de deformación, el procesamiento continuo de demasiados pensamientos y sentimientos a un método sorprendentemente reactivo y simple de ver-querer tocar, tocar es la palabra clave. Tocarla. Las palabras de sabiduría de Javo nunca dejaron de sorprender.

Jazmín apartó sus ojos de los pechos y pezones perfectamente formados de Flor, tomó determinación, pero lo hizo, y levantó la vista para encontrar a la castaña que le sonreía con adoración grabada en su rostro. No era una sonrisa descarada o una sonrisa seductora ni nada parecido a las miles de sonrisas sexys que había recibido desde que había visto a la castaña en la sala de la tienda de tatuajes. Esta fue una sonrisa que habló directamente al corazón que latía rápidamente de Jazmín y lo hizo expandirse dolorosamente en su pecho.

Lentamente levantó la cabeza y desató los dedos detrás de ella, dejando que sus manos encontraran las caderas de Flor. Todo esto era nuevo para Jazmín; ella no estaba segura de todo a partir de este momento y Jazmín Del Rio nunca se involucró en nada a menos que estuviera completamente segura. Pero cuando sus manos viajaron suavemente sobre la piel suave y suave de los costados de Flor y sus ojos se encontraron con los ojos marrones más hermosos que había visto, dejó de preocuparse. "Sos hermosa." No era lo único que la colorada realmente quería decir en ese momento, pero lo haría por ahora.

No creía que fuera posible, pero la sonrisa de Flor se hizo más grande y un leve sonrojo cayó sobre sus mejillas sonrojadas. "Me haces sentir como soy". Flor colocó ambas manos sobre el estómago de Jazmín; sus pulgares acariciaron suavemente la piel expuesta justo por encima de la cintura de los pantalones de Jazmín. "Nadie me ha mirado como vos, Jazmín". Flor deslizó sus dedos entre el top de Jazmín. "Me pone un poco nerviosa, para ser honesta".

Los ojos de Jazmín encontraron los de Flor otra vez. La idea de que Flor estuviera nerviosa, sentada a horcajadas sobre la colorada y lentamente balanceando sus caderas en un ritmo constante, era ridícula. Miró hacia abajo para ver los pequeños dedos de Flor subiendo lentamente el top antes de mover lentamente las manos hacia arriba. "¿No se suponía que debía ser yo quien intentara descubrir algo tuyo?" Jazmín sonrió y se mordió el labio.

Flor sonrió y lo subió un poco mas. "Sí, pero realmente no creo que sea justo que tenga tan poca ropa y vos tenga tantas". A mitad del camino del top de Naomi, el que había sido responsable de provocar a Flor toda la noche con una vista del escote tentador de la colorada, lo terminó de subir y los ojos de Flor brillaron con deseo.

Agarró ambos lados del de Jazmín y la levantó para sentarse. "¿Te lo puedo quitar?" Jazmín asintió con aprobación. Flor apartó la tela de los delicados hombros de la coloradaa y tiró hacia arriba hasta que Jazmín se quedó solo con su sujetador azul. Flor dejó que sus ojos exploraran su cuerpo antes de bajar la cabeza para encontrarse con los labios de Jazmín con un beso firme y tranquilizador.

Flor se apartó y envolvió sus manos alrededor de la nuca de Jazmín. Con cuidado, soltó el cierre del collar de Jazmín y lo colocó sobre la mesita de noche. Flor nunca había tenido tanto cuidado con una chica antes y la repentina intimidad de todo hizo que se le formara un nudo en la garganta. La mayoría de las veces estaba apresurada y frenética contra la pared de una habitación trasera o en una cabina oscura en un club, la ropa solo se quitaba por necesidad y si se rasgaban o si se rompían las joyas en el proceso, eso también era malo. Esto se sintió muy diferente a todas las veces anteriores. Incluso cuando otro par de ojos verdes la miraban fijamente ... nunca se sintió así.