Brillo -Rubegetta-

4 Mucha cercanía

El azabache caminaba en dirección a la casa de su "mejor amigo", después de aquella cita con Rubius no había dejado de pensar en el, aun están confuso pero tenia algo en claro, era feliz junto a ese oso...

DING DONG- si Rubius podía gritar, el también, la puerta se abrió dejando ver al albino despeinado algo que ya era habitual en aquel chico

-pero bueno Vegetita! Que maravillosa sorpresa el verte por aquí- se hizo a un lado dejando pasar al oji amatista

-me dieron ganas de buscar cosas ilegales y pensé en ti- se acercó a la cara del albino de forma amenazadora mientras se mordía suavemente el labio inferior

-Pues, es un lástima que no vallas a encontrar nada ilegal en mi hogar...

Hubo silencio por un momento, la cercanía de ambos demostraba la cantidad de amor y pasión que se traían mutuamente, no lo pensaron unieron sus labios en un delicado beso, el albino acariciaba delicadamente la mejilla contraria mientras el azabache lo sostenía del cuello, paso el tiempo y se separaron, ambos estaban sonrojados...

-heladería...-murmuro Vegetta- Heladería! -dijo más alto asustando al albino- vamos por un helado! -no espero respuesta y agarro la mano del contrario en dirección al establecimiento

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2 helados y ninguno de los dos decía ni una palabra, cada uno metidos en sus pensamientos, el silencio se rompió con la risa escandalosa del oso

-Dios tío! Le estamos dando muchas vueltas! Solo fue un beso, no niego que me gusto...- dijo rascándose su nuca nervioso- pero no quiero obligarte a nada...-tomo aire y siguió hablando- Vege me gustas...desde hace mucho, pero entiendo que acabas de salir de una relación que termino mal y seguramente no quieras estar con otra persona, pero quería que sepas lo que yo siento...

-Doblas...no te puedo negar que mis sentimientos por ti son confusos, pero no me siento listo para otra relación

-Lo se, y te entiendo..., pero quiero intentar aclarar tus sentimientos hacia mi, ¿si? Dejame enamorarte y recuperar el brillo de tus ojos

Vegetta estaba sonrojado, aquellas palabras le encantaban, estaba dispuesto a dejarse enamorar otra vez algo le decía que este vez seria diferente- esta bien chiqui!

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En lo que quedo del día no se habían separado, hasta llegar la noche, la lluvia había comenzado y ambos jóvenes se encontraban en la isla flotante del azabache, acurrucados en el sofá viendo una película de miedo que no les causaba miedo a ninguno, su única distracción era los piropos que se mandaban entre ellos.

-creo que ya esta claro que te vas a quedar hoy, ¿verdad?- dijo abrazando al albino

-Hoy, mañana, pasado, todo el tiempo que quieras- lo miro de forma coqueta, el azabache lo cogió de las mejillas y le dio beso causando un sonrojo en el albino

-¿Porque eras tan tierno chiqui?

-ca-callate- miro a otro lado, no quería que Vegetta notara su sonrojo

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Era hora de dormir, y por la cantidad de confianza que se tenían eran capaces de dormir en la misma cama sin problema alguno, bueno con un sola diferencia, se encontraban abrazados, Rubius en el pecho de Vegetta

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-¿Estas seguro que no quieres quedarte un rato más?- al azabache no le gustaba la idea de que el albino se fuera tan temprano

-Tengo que alimentar a Juan Carlos y a Coringa, son mis animales más importantes, regresare más tarde- le beso la mejilla y se dirigió hacia el elevador, bajo y se fue a su hogar

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-Juan Carlos! Zanahoria!!- grito desde su incompleta cocina, pasos rápidos y pesados se escuchaban acercarse, de un solo salto el cerdito se llevo la zanahoria, sonrió y se tiro en su sofá, cerro sus ojos, pensaba en diferentes formas de enamorar a Vegetta, aunque eso ya lo había logrado, se levanto y se dirigió a su zona de cofres y comenzó a ampliar aquella zona ya le hacían falta más cofres

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Había terminado, eran las 5 pm y estaba de camino a la casa del azabache, como había prometido, estaba montado en su Burro favorito "Burrius"

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Estaba frente a la puerta de Vegetta, estaba a punto de gritar pero las puertas se abrieron rápidamente, Vegetta lo agarro del cuello de la camiseta que traía el albino, lo beso, sorprendiendo al de mascara de oso, pero este no dudo en corresponder

-Me gustas- El azabache fue directo, se había tomado el día para hablar consigo mismo para entender sus sentimientos, le gustaba Rubius, no lo amaba como había a amado a Willy pero sabia que en algún momento amaría a Rubius con locura

El albino sonrió, lo beso rápidamente, lo abrazo y le dio otro beso corto, se adentraron en aquella gran mansión

Ambos estaban felices, tenían un gran futuro por delante...

⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Hola! Como estaba dicho en la info de la historia, esta iba a ser una historia corta.

Por lo cual ya a llegado al final, bueno en unos días subiré el epílogo.

Le agradezco por los votos, los adoro!

Con el tiempo publicare más historias tanto Rubegetta o Luzuplay, Willgan, etc.

Una vez más, Muchas gracias!

-Canelita....