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Aterrizamos en el sofá de mi salón. Me encontraba sentada a horcajadas encima suyo, sus manos recorrían todo mi cuerpo, me tenía en llamas. 

En ese momento recordé algo que me hizo parar, Thiago me preguntó qué me ocurría.

- Nada, es sólo que me he acordado de algo que me gustaría que hicieras antes de que folláramos- le dije.

-¿Qué haga algo? Si lo dices por el condón, iba a ponérmelo de todas formas- me respondió algo confuso.

- El condón te lo tienes que poner idiota, pero me gustaría que antes me hicieras un bailecito... - añadí con una sonrisa pícara.

- ¿Estás de coña? - preguntó aún más confundido a lo que yo negué con la cabeza mientras alcanzaba el mando de mi altavoz - vale... Veo que esto va en serio. ¿Al menos me puedo tomar una copa? Por la vergüenza que me da hacerte un strip-tease aquí en vivo y en directo.

- En mi casa no guardo alcohol- respondí haciendo que Thiago pusiera una mueca de fastidio.

- ¿Y podría fumar?

- Sólo si es maría, y me das - si  pensaba flotar esta noche yo no iba a perdérmelo.

Como un niño al que le han dejado comprarse una bolsa de gominolas sacó de su cajetilla de tabaco un porro y un mechero. Lo prendió y se sentó a mi lado pasando su fuerte brazo sobre mis hombros.

- Esa técnica de ligar está muy pasada, Thiago- le dije riéndome de su gesto.

Le dio una calada profunda al porro y presionó su boca contra la mía durante unos segundos, al separarse salía el humo de mi boca. Al verlo me dedicó la mejor de sus sonrisas mientras me decía "¿prefieres esta manera de ligar?". Fruncí el ceño para que no viera la risita de colegiala que estaba a punto de escabullirse de mi garganta, lo empujé fuera del sofá dejándolo sentado en el suelo y puse en el altavoz "Gimme more" de Britney Spears. "Baila" le ordené, y como era de esperar me hizo caso.

Me acomodé en el sofá sin perder de vista el movimiento de caderas de Thiago, lo había visto moverse en el club, pero esto era muy diferente, mucho mejor. Se desabotonó la camisa y no pude evitar levantarme a sacársela para dejar su torso completamente desnudo, pero, para mi sorpresa me empujó contra el sofá.

-Uf que duro, me encanta- suspiré mordiéndome el labio.

Se acercó a mi y sin parar de bailar se apoyó en el respaldo de mi asiento, lo agarró con fuerza. Aproveché para quitarle lo que quedaba de porro de la otra mano, quería disfrutar bien del espectáculo que me brindaba mi nuevo amante. Él, aprovechando la libertad de su mano me abrió las piernas restregando sus caderas contra las mías, que delicia. 

Me cogió la nuca para besarme, y mientras nuestras lenguas jugaban bajé mis manos hasta sus pantalones, en un rápido movimiento conseguí quitarle el cinturón. Sin despegarnos introduje mi mano dentro de su ropa interior para acariciar su duro miembro. Al notar el roce de mis dedos sobre la piel sensible de su miembro se puso tenso, estaba muy cachondo. Bajó sus manos de mi nuca a mi culo, y como si de una pluma se tratara, me levantó para poder sentarse en el sofá, conmigo encima.

Comenzó a besarme el cuello y fue bajando, cuando llego al tirante derecho lo cogió con los dientes para dejarlo resbalar por mi hombro quedando mi pecho al descubierto. Abrió la boca metiendo mi pecho dentro, y lo fue sacando lentamente hasta que solo quedaba la punta de mi pezón, que agarró suavemente con los dientes haciéndome gemir. Necesitaba más, lo quería todo. Me levanté de su regazo y me quité el tirante sobrante de mi vestido, dejándolo caer a mis pies. La respiración de Thiago comenzó a volverse más acelerada mientras sus ojos recorrían los tatuajes de mi abdomen.

-¿Te ponen?- inquirí - Me refiero a los tatuajes

-Me pone todo de ti

-Bien, ahora quítate la ropa y follame- lo necesitaba ya dentro de mi, la espera me estaba matando.

Thiago se levantó y con un movimiento brusco se deshizo de sus pantalones, me acerqué a él y lo besé de manera salvaje mientras agarraba su miembro. Le susurré que quería que me follara duro, que me hiciera gritar de placer, él sonrió y con un rápido movimiento me puso de espaldas a él y me iclinó contra el respaldo del sillón de mi salón. Noté como se quitaba los calzoncillos y mientras oía el sonido del envoltorio del condón me deshice del tanga.

Thiago zafó con una mano mi pelo mientras introducía lentamente dos de sus dedos en mi vagina. Los sacó pasándolos por mi clítoris para volver a introducirlos un par de veces más haciendo que se me tensaran los músculos de placer, entonces me sacudió introduciendo su miembro. Comenzó despacio, y conforme iba acelerando, apretaba más mi pelo. Embestía mi cuerpo al mismo ritmo que yo movía mis caderas para él, se sentía genial. Salió de mi una última vez y me di la vuelta para protestar, pero me levantó para después caer sobre mi sobre los asientos del sofá. Volvió a introducirse dentro de mi una y otra vez, ambos estábamos gimiendo, sudando, disfrutando. Follaba de maravilla, el movimiento de nuestros se compenetraba haciendo que gozáramos cada momento.

Acabamos exhaustos y sudorosos, sin duda, la noche había merecido la pena.


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⏰ Última actualización: May 05, 2020 ⏰

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