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-Toma asiento Amy- dijo el profesor sentándose del otro lado de la mesa- no te asustes ¿de acuerdo? No vas a reprobar ni has hecho nada malo, de lo quien quiero hablar es de Emily, ¿que sucede con ella? ¿Por que esta tan dispersa?- hizo una pausa para mirarla esperando respuestas pero nada llegó- te lo pregunto a ti por que eres su amiga, y creo que ella confía en ti.

-Lo siento profesor, pero yo tampoco se lo que la tiene así, hubo una pequeña situación entre amigas de otros salones- el profesor la miro frunciendo el ceño- pero nada malo ¿Okey?- dijo agitando sus manos tratando de dispersar su error-  Sólo cosas de amigas, y Emily parece estar muy afectada con eso.

-Bien... Supongo que eso es todo, espero que la ayudes, no quiero perder a una muy buena alumna- ambos se pusieron de pie y Amy comenzó a caminar hacia la puerta- una cosa mas Amy, estudia un poco más, creo que las matematicas no son lo tuyo.

Amy salio de la sala un poco avergonzada sonriendo por el último comentario del profesor, al salir se dio cuenta que Emily aun no llegaba, por lo que fue al baño a buscarla y justo cuando estaba por entrar la voz de Samantha la detuvo

-Mily, creo que Yoselin y yo por fin saldremos, estoy esperando alguna reunion para pedírselo, espero que estes ahi presente ¿te parece bien?- Samantha tomo su celular verificando la hora- Nos vemos luego Mily, ya es un poco tarde.

Mientras Samantha caminaba en dirección a la salida se encontro con Amy y la saludo alegremente susurrando "Mily esta adentro" apenas audible.

Amy apenas entró al baño se encontro con su amiga y sin demorar se dio cuenta de que la  respiración de Emily se volvió irregular, sus manos comenzaron a temblar, y sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, asustada corrio hacia la pequeña que poco a poco comenzaba a llorar sin parar y a hacerse pequeña ocultando su cara con sus bonitas manos.

-Mily, Mily- dijo en susurro para no asustarla- Amy esta aquí ¿Okey? Estoy aquí contigo, ya todo va a estar bien- acariciaba su cabello- estoy contigo, tu tranquila- dijo y dio un último beso en su cabeza.

Al cabo de unos segundos más Amy logró calmar a Emily con pequeñas palabras de apoyo y caricias en su cabello, luego de eso, ambas salieron de la escuela siendo casi las últimas. Ahora ambas caminaban juntas tomadas del brazo mientras esperaban a que la mamá de Amy las recogiera y las llevara a casa.

En ese momebto se encontraban sentadas en una banca del parque, comiendo pastelitos que mama de Emily habia preparado. Al cabo de 5 minutos llego la mamá de Amy en el coche junto a la hermana menor de Amy, que a decir verdad parecia incluso mas grande que ella.

-Ma, podemos ir a la casa de Mily por su ropa, está noche de quedará con nosotras.
-Si claro, hoy habrá noche de chicas- gritó un poco emocionada la mamá de Amy.

Al llegar a la casa de Emily ella y Amy bajaron para ir por ropa y un poco mas de dinero.
Amy quedó asombrada por la casa de Emily, que desde la fachada era hermosa, cuanto y mas por dentro, tenia una sala espaciosa al igual que la cocina, enormes pinturas, cuadros y fotografías familiares en las paredes, también tenia una biblioteca pequeña y una sala donde suponía su amiga practicaba con el piano o el violín, segun le habia contado.

Subieron las escaleras donde habia algunas fotos de Emily de cuando era una bebé, en la segunda planta estaban todas las habitaciones, que pese a ser una casa en la que vivian solo 3 personas habían demasiadas recamaras.

Habia una puerta blanca con vivos rosas casi al principio que no era dificil distinguir esa habitacion, pues claramente era de Emily, en cuanto entraron Amy vio una inmensa cantidad de peluches de conejos, gatos, osos, ardillas y cualquier otro animal que pudiera imaginar, su cama estaba cubierta por sábanas rosas con enormes cojines blancos, tambien tenía repisas donde tenia libros y algunos reconocimientos, un escritorio y un tocador perfectamente ordenado y a lado de la cama un enorme espejo que al abrir dejaba a la vista la infinidad de aretes, anillos y pulseras que ella poseía.
Si todo aquello le parecía maravilloso, no hablar de su closet, era enorme con prendas de todo tipo y todo color, ni hablar de la colección de zapatos que tenia.

Aunque tuviera una gran casa, una habitación enorme con mas de lo que pudiera pedir, era evidente la ausencia de sus padres, la casa estaba vacia pese a estar llena de cosas lujosas, no parecia un hogar, sólo una casa mas ¿donde estaba aquel ambiente de hogar acogedor? Ese lugar al que quisieras llegar despues de un largo dia de trabajo, sabiendo que te espera tu familia con una sonrisa y los brazos abiertos, em la casa no habia mas que paredes blancas y adornos lujosos.

-Mily...- Amy la miro un poco- mi casa no es tan grande como la tuya, espero que estes cómoda allí.
-Amy, no te preocupes por eso, la verdad es que ni en mi "casa" estoy feliz.- la miro y sonrió- ya esta todo.

Emily tomo unas notitas con adhesivo y escribió "Estoy en casa de Amy, ya le envie a papá la ubicación, los quiero"

Pego la nota en la puerta de la haitacion de sus papás, que sabia que volverían hasta tarde.
No es que sus papás no la quisieran o algo así, sólo que ellos querían darle lo mejor a su pequeña, y se esforzaban tanto trabajando que al final del dia no podía jugar con ella y sólo podían recompensarlo comprando lo que creían eran las mejores cosas para su hija. Así mismo, no querian fallar más, por lo que decidieron sólo tener una hija, de vez en cuando ambos salían de viaje y en algunas ocasiones llevaban a su hija con ellos, y de no ser así, se quedaba en casa de los abuelos, las personas mas increibles del mundo creia Emily.

Siempre serás tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora