Han pasado muchas personas por nuestras vidas, ya no puedo evitarlo, y aún me cuesta asumir lo que eso conlleva.
Hay días en los que me convenceré de que estoy mejor, que el tiempo me curará, pero no sé si es real. Aún no han cicatrizado mis heridas, tal vez nunca lo hagan, y sangran cada vez aun cuando parece que se han curado.
No sé si podré apartarme de mis temores, los llevo muy anclados dentro de mi ser. Quizá te arrastre sin querer (sí, me dirijo a ti, sabes bien quién eres) a un pozo del que nunca podría perdonarme. O tal vez, me ahogue yo antes en él.
Hoy reafirmo que no puedo curar mis heridas, todo me daña, todo me duele. Me duele pensar. Me duele sentirme atrapada en este cuerpo que está muerto y, en esta mente que solo recuerda mis traumas e inseguridades.
Es posible que pronto no esté, no me eches de menos.
El tiempo cura, créeme.
El día que menos lo esperes, descubrirás que eres feliz, mucho más que conmigo.