Un metro setenta y tres, armado y entrenado para ser el mejor asesino de su clase, imparable, una máquina de aniquilación, dispuesto a dejar su propia vida en el campo de batalla. Él no tiene miedo a nada, pues no ha conocido el apego a algo o hacia alguien.
Con sus cortos dedos, se arregla la etiqueta que lleva bordadas sus iniciales, en la parte superior del bolsillo de su traje: D.O, es lo que pone.
Hay una nueva misión en camino y, como siempre, él es el encargado de llevarla a cabo. ¿Por qué? La respuesta es muy fácil. Cada vez que aparece aquel sujeto en el radar, él debe ir a despejar el área, debido a que es el único que puede controlar la situación cuando se trata de ese tipo.
—Todos a sus posiciones —ordena el capitán—. D.O, ¿estás listo?
El pequeño hombre pertenece al Escuadrón Especial de Casos Ultra Secretos de Corea del Sur, el "EECUS". Esta es una división secreta, creada por el mismo gobierno coreano, la cual se encarga de proteger la tranquilidad de sus ciudadanos, manteniéndolos en la ignorancia y alejándolos de todo potencial peligro que un agente externo o incluso del mismo país pueda infligir.
—Estoy listo —responde, dejando salir su voz grave y varonil, por primera vez en el día.
—Vas adelante —indica el capitán—, los demás dispérsense hacia las otras estancias.
Un coro firme de voces masculinas exclamando un sonoro "sí" es seguido a aquella orden.
Los agentes descienden del camión, con sus armas en mano y protegidos de pies a cabeza. El lugar está oscuro, una fábrica abandonada los espera, y justo detrás de ellos hay un enorme bosque, creando un escenario dramático.
Tal y como a él le gusta.
El agente D.O va en busca del lobo, por lo que sin miedo alguno, gira sobre sus pies, caminando del lado contrario a donde se supone que debe ir. Él sabe muy bien que no lo va a encontrar en esa fábrica pero nadie tiene que enterarse de eso. Así que, con pasos apresurados, se adentra más y más en el bosque, siendo tragado por la oscura y fría noche, en medio de todos esos árboles que se mecen violentamente por el viento. No escucha ruidos extraños, ni siquiera el de los animales, lo cual, debería ponerlo nervioso; sin embargo, él es un agente experimentado que no se deja asustar por cosas triviales.
—Te estaba esperando.
Pero debe admitir que nunca va a acostumbrarse a esa voz grave y seductora que posee su más grande enemigo.
—Has tardado un minuto más de lo que usualmente tardas, hyung —acusa, formando un puchero con sus labios.
Sí, aquel hombre de un metro ochenta y dos, de piel bronceada y ojos brillantes, que carga un revólver en sus grandes manos, es su enemigo mortal.
—Así ya no me gusta jugar contigo.
El agente D.O le apunta con su K2, justo en la cabeza. No obstante, el hombre continúa parloteando como si no estuviera a punto de ser asesinado.
—Ya te dije que me gusta que seas puntual —dice, señalándole con su revolver—. Voy a castigarte por hacerme esperar.
—El arma al suelo, Kai —ordena el agente, soltando una palabra por primera vez desde que lo encontró.
—¿"Kai"? —pregunta indignado, haciendo viajar su mano con el arma, directo a su pecho—. Ouch, KyungSoo hyung. ¿Tengo que resetearte de nuevo?
—Estamos perdiendo el tiempo, baja el arma.
El más alto chasquea su lengua y camina hacia el agente, sin miedo a ser disparado.
—Eso es lo que yo digo —dice al estar frente a frente al más bajo.
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Love & Hate ❝καιѕοο⁀➷ᵒ ˢ
FanfictionAl agente D.O. se le ha asignado la misión de atrapar al criminal más peligroso del país, el cual (curiosamente) también es su enemigo mortal. Sin embargo, esta no es la primera vez que lleva a cabo una, en busca de ese criminal; y tampoco es la pri...