INOCENT| Ashkore| Eldarya

prologo

  Me encontraba cepillando mi cabello, la luz de la mañana pegaba en la ventana. tarareando una canción cualquiera. me dispuse a guardar mi cepillo en mi bolso, junto con mis provisiones de un año y mis aparatos electrónicos. Fui colocando muchas mas cosas en mi bolso,  ya que iba de exploración por un largo tiempo.

- Mmm... Creo que tengo todo.- hice una lista mental enumerando las cosas que había metido.  tras confirmar que no me faltara nada, me empece a vestir con mi uniforme de campista; unas medias negras hasta las rodillas, camisa de botones color marrón manga corta,  unos shors del mismo color, una gorra con la insignia del campamento y una pañoleta de color naranja en el cuello. tome mi bolso que pesaba demasiado y opte por salir a el patio del campamento. podía ver a perros jugar  a mi alrededor, también veía a una gran cantidad de chicas hablar entre si. Me senté cerca de una fuente de los deseos... saque una moneda y pedí lo que mas anhelaba mi corazón en estos momentos. 

<<Un amigo>>

  Varios minutos transcurrieron  desde eso. Uno de los guías de el campamento empezó a llamar a ciertos campistas que se iban a ir de exploración el día de hoy, Entre ellos; yo.  Me forme atrás de una gran cantidad de miles de personas, el sol bajo un poco su brillo lo cual agradecí, ya que mi piel es muy sensible. Una brisa fría empezó a salir del oeste  sacudiendo mis cabellos que en este momento estaban sueltos.  Muchas personas se iban incorporando en la fila, entre ellas la mejor persona del mundo.

<< Elena >>

  Si bien no eramos amigas... ella si se dignaba a hablar conmigo, algo que nadie del campamento se dignaba a hacer. ella me saludo en la distancia con una sonrisa, lo cual devolví de la misma manera.

 Rápidamente todo el mundo empezó a caminar en fila. el guía iba mostrándonos el camino hacia donde íbamos a ir.

***

Cuatro horas habían pasado  desde el transcurso de llegada al punto de encuentro. las piernas de esta niña de 14 años dolían... y si... estoy hablando en tercera persona. Empece a cambiarme de ropa en una de las cabañas que habían allí. Me coloque un vestido blanco y unas sandalias color rosa. Elena me llamo y me dijo algo muy interesante.

-¡¡Tienes que ver este campo de anémonas !!- Definitivamente  ella había captado mi atención. Las anémonas son mis flores favoritas. Ella tomo su mano morena y me llevo hasta el campo ya nombrado.  pasamos por una gran caridad de arboles y nos topamos algunas ardillas en el camino, una que otra rama se incrustaba en el pelo castaño y rizo de Elena.  Cuando llegamos fue el momento mas feliz de mi vida, había una gran cantidad de anémonas. habían:  azules, moradas, rosadas, blancas, grises y  algunas de las anémonas tenían degradado.

 Mi mirada se ilumino y mi sonrisa se ensancho como no había manera. me tire en ese campo como si adonis con afrodita se tratase. 

- ¡¡Este lugar es precioso!!-  le dije a Elena.

- Por eso te lo quería mostrar.- me dijo con una hermosa sonrisa.

las dos volvimos a el punto de encuentro riendo y bromeando.

- ¿ Sabes cual es el bias de monsta x de santa?-le pregunte a Elena.

- no, no lose.

- wonjojojo-  reí yo sólita. 

-...- ella se sumergió en silencio.- AJJAJAJAJAJAJAJAJ... se parece a algo que hice una vez con ON de BTS.- se aclaro la garganta.- Hyunanana.

***

 Eran las 3 de la mañana, no lograba conciliar el sueño.  solamente suspire y tome mi mochila con todas mis cosas... tal vez... este año si pueda huir de este lugar. agarre con  fuerza la tira de mi bolso  que ahora posaba en mi hombro. 

  Saque la cabeza de mi carpa... dirigí mi mirada al alrededor, asegurándome que nadie vigilara. corrí con todas mis fuerzas hasta el campo de anémonas.  mi corazón latía a mil,  mi pequeñas manos apretaban con aun mas fuerzas mi  bolso. el campo era muy extenso. mis pies se cruzaron con una roca, causando una caída de mi parte, miles de anémonas se quedaron en mi cabello. me levante y seguí corriendo, pareciera que ese campo jamas se acabaría... aproveche y recogí anémonas mientras corría. pude observar como me iba adentrando a otro  bosque, corrí aun mas rápido.

 Pude sentir como la libertad me esperaba,  lo desconocido me llamaba, y mi inocencia me acompañaría para siempre.  podía ver las luces de las ciudad, estaban lejos... pero estaban.  pude oír algunos búhos, y hasta verlos. 

  Mi libertad estaba cerca... y nadie me detendría.  sentí que  me tropezaba con algo, cuando mire a mi alrededor solamente habían luciérnagas y flores volando. cuando esa escena sacada de una película de ciencia ficción termino note como estaba en un lugar diferente. 

  Era un lugar lúgubre, pero había ciertas cosas que lo llenaban de vida, como por ejemplo unas plantas con brillos color neón. Empece a  caminar hasta el estanque que había allí... mi cabello negro  ondulado  estaba adornado con flores, las empece a sacar de mi cabeza y las fui colocando junto a las que ya había recogido.

- Huy... pensé que no iba a poder huir.- suspire. con algunas anémonas  empece a hacer una corona, me la coloque en la cabeza. tome mi bolso y me lleve las anémonas restantes en mano. 

  Habían muchas escaleras en caracol  que fui subiendo. tras llegar a una superficie totalmente plana me deje caer en el suelo, las escaleras me habían mareado.  me volví a parar y  comencé a subir de nuevo  las escaleras. poco a poco vi como las escaleras se acababan, mi alegría aumento.

  Tras salir vi un salón lleno de puertas por instinto salí por la mas grande.  allí me encontré una especie de mercado medieval, pero como era de noche todo estaba cerrado.  seguí caminando, después había una serie de casitas.  esto me hace pensar que era una especie de refugio, no le preste atención. después de eso vi una especie de quiosco central.  vi como una especie de sombra pasaba por allí... la empece a seguir. era un enmascarado, me recordaba a un dragón.  

- ¿Ontas?- le pregunte al enmascarado. el coloco un dedo en su boca, diciéndome indirectamente que guardara silencio. yo solamente le ofrecí una sonrisa, el se acerco a mi y me robo una de mis tantas anémonas que tenia en mano.  la luz de la luna resplandece detrás de el. 

-no te muevas.- mis ojos color carmín resplandecían por dos razones, sus palabras y  la luna.  el desapareció en la oscuridad, 5 minutos después apareció un chico con oreja y cola de lobo. 

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