-¿¡¡¡como!!!? Esta bien, ya voy esperame — digo colgando el teléfono.
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-¿Que? ¿en donde estoy? —-Sal del auto, ya llegamos — dijo Louis seco.
-¿Como es que estoy aquí ? ¿A que hora me trajiste?
-Asi de embriagada estas que ni siquiera recuerdas haber vomitado a tu novio — dijo abriendo la puerta de la casa.
-Ven!, entra rápido — dijo molesto.
-Ok, ya voy — dijiste tratando de pararte pero todo daba vueltas y te caíste de inmediato, Lou te alzo, te llevo por las escaleras hasta tu habitación , te recostó y se sentó junto a ti, trato de pararse pero tu lo jalaste haciendo que se volviera a sentar.
-¿Que haces niña? — dijo riendo.
- Duerme conmigo, tengo miedo...¡Y no soy una niña! — dijiste llevándole la contraria.
-Esta bien, pero es algo raro de tu parte. ¿No me odias? — dijo acostándose a tu lado.
-Te odio!, pero tengo miedo — dijiste como una niña pequeña.
Rato después un poco menos embriagada viste a ese ser tan sexy a tu lado, mordiste tu labio y decidiste jugar un rato con el. Te levantaste y empezaste a desvestirse delante de el, haciendo ruido a propósito.
-¿Que...que haces? — dijo Louis tapándose los ojos.
-Me pongo el pijama — dijiste obvia.
-¿podrías hacerlo en el baño por favor? — dijo aun tapándose los ojos.
-No.
-Ok, entonces me voy — dijo levantándose.
-Que paranoico, ¿no ves que ya me la puse? — dijiste abrazándolo y llevándolo a la cama.
-Es...esta...bien — dijo mirándote de arriba hasta abajo, mordiéndose el labio.
Lo abrazaste y te acostaste en su torso. Pero ahí no te ibas a quedar, esta noche te ibas a divertir y mucho.
Empezaste a recorrer tu mano por todo su torso desnudó y cálido para luego llegar a su pantalón donde pudiste sentir un gran y delicioso bulto. Sentiste que el despertó pero no te importo.