Hace dos años ya de eso

Escribiré sobre el tiempo, sobre lo metafórico que es el tiempo, no, mejor sobre la guerra, sobre lo horrible que fue la guerra, no, mejor sobre las muj…

-¡Olivia!

Me llamó la atención la profesora de lengua, como siempre, no escuché lo que decía, y al disculparme, me dijo que debía escribir sobre la siguiente frase: “cuando entró la profesora, me empezaron a sudar las manos”

¿¡Que!? Pensé, ¿cómo podría escribir algo sobre aquella frase?  aquella simple frase, simplemente se me hacía imposible. No importa, pensé, haré lo que pueda, y ya está. Toda la clase empezó a escribir, yo no sabía de qué, le pregunté a todo el mundo, y sus historias eran geniales, se notaba lo bien que escribían, y la imaginación que tenían.

Una vez, yo también tuve de eso, pero escribí tanto, que creo que se me gasto. Hace 2 años ya de eso.

Todos me dicen que no se gasta, pero yo creo que sí, siento que las primeras veces que cogí un papel y un lápiz, explote, y lo escupí todo en forma de palabras. Y ahora, estoy vacía, y no es que se haya gastado la imaginación, me he gastado yo, y mis adentr…

-¡Olivia!

La profesora volvió a ponerme los pies en el suelo, y me volví a disculpar, dijo que empezase a escribir, que todos habían empezado ya. ¡Está bien! Pensé, escribiré sobre lo primero que se me ocurra, pero no pude. Pensé, pensé, pensé y no vino nada. Sentí un bloqueo interior, como si algo no me dejase seguir adelante, Empecé a llorar, no sabía porque, todos me decían que no llorase, que era solo un relato corto, pero no era así. No era solo un relato, era una lucha entre yo y mi mente, bueno en realidad no, era una lucha entre yo, mi mente y aquella frase.

Explote, y solté un chillido.

En ese momento, me di cuenta de porque no pude escribir, me mire, y vi mis pies, estaban tensos, como mis manos, como mi corazón, como yo. Debía levantar los pies del suelo, y volar, ya que eso es escribir. Volar por mundos imaginarios, cruzarte con situaciones irreales, escupir letras en forma de textos.

Porque lo que escribimos, no es más que el reflejo de nuestro yo interior, alguien al que admiramos, pero nos da miedo convertirnos en el.

Levante los pies, y comencé a imaginar.

Escribiré sobre el amor, sobre lo precioso que es el amor, no, mejor sobre las mujeres, sobre lo fuertes que somos las mujeres, no mejor sobre el olvido, sobre el miedo que tenemos todos al olvid…

-¡Olivia!

Me gritó la profesora, pero esta vez no me disculpe, estoy volando, le respondi, despues de 2 años profesora, después de 2 años he vuelto a escribir.

Gracias a aquella frase, volví a coger el lápiz con la misma inocencia con la que lo cogi la primera vez antes de volar, sin saber que lo haría. Con la misma inocencia, levante los pies y vole, muy lejos. Con la misma inocencia, pero esta vez más segura de que coger aquel lápiz, seria como desplegar las alas.