2. la reunión

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 La segunda semana paso volando, el tan detestado día ya llegaba, todo ese día en la mansión Saotome había mucho movimiento un vaivén de sirvientes corriendo de aquí allá con cortinas, sabanas, manteles, bajillas, escobas y todo a mando de la señora Nodoka, quien estaba más estricta que otras ocasiones

—señora, los modistas acaba de llegar—llega corriendo una sirvienta a decirle

—hazla pasar a la sala oeste, Ranma y Ranko ya deben estar esperándolos—todo era perfecto según Nodoka y no dejaría que nada arruinara lo que había estado preparando, el compromiso de sus hijos al fin sería presentado formalmente ante las 7 familias, era su mayor orgullos, hasta que ese pensamiento fue interrumpido brutalmente por los gritos de la sirvienta personal de uno sus hijos, lo que la altero la dama de llaves al percatarse de esto les tapo la boca la chica y comenzó a relatar lo que la chicas no había podido.

—lo que sude es que ni la señorita Ranko, ni el joven Ranma, están en la sala oeste, ni en sus habitaciones y no los encuentran en ningún lado de la mansión—al terminar lo ultimo la dama de llaves no pudo evitar temblar un poco, al igual que el resto de los sirvientes que estaban a su alrededor, un aura demoniaco se apodero de Nodoka sacando la katana que solía llevar consigo en caso de una "emergencia" ocasionado por sus hijos o esposo

—¡¡ ¿dónde demonios están?!!-

Genma no pudo evitar sentir un sudor frio recorriéndole la espalda como si alguien lo hubiera condenado a morir en una hoguera, lo que provoco su distracción y que terminara con la cara en el suelo

—valla hoy si que estas muy distraído papá—le decía Ranma mientras tocaba su cuello y Ranko se reía de la expresión de su padre y hermano

—Tengo un mal presentimiento—decía Genma mientras se subía los anteojos.

—Yo digo que es más bien que no quieres estar en casa mañana—le decía Ranko

—Y quien quiere estar en casa mañana-le respondía Ranma algo molesto a lo que su padre y hermana le dieron la razón-al menos este entrenamiento es relajante de alguna forma

—Pero aun les falta entrenamiento a los dos— Genma sabía perfectamente que a sus hijos no les importaba heredar nada del clan y aunque sus cuellos estaban de por medio de vez en cuando solía entrenarlos sin que Nodoka se diera cuenta

—Señor...señor....-llegaba la sirvienta personal de Ranma corriendo y tratando de recobrar el aliento-señor...su esposa...la señora.... —por la cara de la muchacha Genma pudo adivinar lo que estaba pasando y casi por instinto tomo a Ranko y a la sirvienta por el brazo y las arrojo por la ventana hasta el jardín trasero

—oye que te pasa—Ranko no reclamo mas al ver la expresión de su padre su presentimiento no estaba equivocado, la sirvienta le dio un vestido que llevaba por si acaso y le ayudo a cambiarse lo más rápido posible y escondiendo su traje de pelea mientras tanto Ranma y Genma hacían lo mismo escondiendo en un baúl oculto en una pared, al terminar acomodo dos sillas y una mesa junto con un tablero de ajedrez de forma que pareciera que llevaban horas jugando, apenas tuvieron tiempo de sentarse, y Ranma tuvo de salir de la pared oculta así que tuvo que salir por una puerta de emergencia pero en ese preciso momento Nodoka entro furiosa a lo que obviamente, Ranma, Ranko y Genma se percataron de inmediato sobre el enojo de la mujer

— ¡GENMA!..Querido —Genma sentía que era su funeral— ¿donde están tus hijos?, Dime cariño— Nodoka amenazo a Genma con la katana a lo que Genma reacciono rápido

—espera espera, que te pasa—obviamente ya sabía que le pasaba pero tenía que asegurar su cuello—tranquila, si lo que te preocupa es saber donde esta Ranma y Ranko bueno...—no termino la fase ya que ella lo tomo por el cuello de la camisa

—entonces si sabes lo que iba a preguntar-Genma no podía contestar por el terror, el sentía que se había puesto la soga al cuello-muy bien te dejare decir solo una última oración ¿Dónde está Ranma y Ranko?-estuvo a punto de perder la cabeza, cuando vio entrar a Ranma a la pequeña sala

—mamá que le haces a papá—Ranma entro como si no supiera que pasara y lo hizo a tiempo, el enojo de Nodoka bajo drásticamente al ver a Ranma pero no bajo del todo

— ¿y tu hermana? ¿Dónde está? —comenzó a mover las cortinas de la sala, Ranma actuó rápido para contestar

—está afuera en el jardín—Nodoka se asomo por la ventana que señalaba el menor y pudo observar a su hija en el jardín cuidando una rosas y riendo junto a la sirvienta de su hermano, su enojo bajo totalmente

—muy bien, los modistas ya llegaron están esperándolos—le decía Nodoka a su hijo, se dio la vuelta y le dijo lo mismo a Ranko lo que esta asintió con la cabeza, —bien los estaré esperando también no tarden- cuando la mujer salió las dos mures y los dos hombres respiraron aliviados era la tercera vez que casi eran sorprendidos

Ranko y Ranma se encontraron en las escaleras de camino a la sala donde su madre y los modistas los esperaban al llegar, los subieron a dos pequeños bancos y comenzaron a tomar medidas y a preguntar qué estilo les gustaría que tuviera su ropa, pero su madre intervino a los gemelos les desagradaba que su madres impusiera su estilo "antiguo" para vestirlos, por lo que comenzaron una discusión que duro 1 hora hasta que la modista intervino y les sugirió que podían combinar sus estilos, la mujer tuvo que acceder ya que estaban perdiendo más tiempo discutiendo Ranma le dijo a la modista que diseño debería llevar el corsé del vestido de su hermana mientras Nodoka sugería el diseño de la falda, y Ranko le indicaba a la otra modista que diseño debería llevar el traje de su hermano con algunas ideas de su madre, a pesar de que a los gemelos no les gustaban las reuniones de clanes, cuando eran importantes solían dejar que el otro diseñara su ropa, era un trato entre ellos y ni su padre ni su madre se oponían a esto, así pasaron 5 horas haciendo sus ropas

—muy bien tienen 3 horas para arreglarse a las 9 tienen que estar listos ni un minuto más ni uno menos está claro— era una advertencia no solo para los gemelos sino también para el resto de la servidumbre—bueno que están esperando—todos le dieron un si al unisonó y salieron corriendo.

Nuestro secreto mejor guardadoWhere stories live. Discover now