Raquel despertó aquella mañana en un ambiente distinto al de costumbre, apenas se incorporó en el mueble en el que dormía su cabeza empezó a girar, tanto que tuvo que recostarse nuevamente y cerrar los ojos. A su lado dormía Sergio, tan imperturbable como siempre, no entendía que pasaba así que con pesar lo despertó.
—Sergio, ¿por qué estamos dormidos en la sala? — Este apenas si parpadeó un par de veces, el sueño era aún evidente. —¡Sergio! — Insistió moviéndolo del brazo obteniendo como respuesta un gruñido, pero finalmente abriendo los ojos.
—¿Qué pasa? — Preguntó con la voz adormilada y los ojos acostumbrándose a la luz.
—¿Qué porqué estamos en la sala? ¿Dormimos aquí toda la noche? — Estaba exasperada, tenía un vacío en la memoria y necesitaba que el respondiera sus dudas.
—¿Es que no te acuerdas de nada? — Preguntó incrédulo, aunque no le sorprendía después de todo.
—Algo...— Soltó con timidez. —Recuerdo que estaba en la cocina cuando llegaste y...—
13 HORAS ANTES.
Era un día caluroso en Palawan, Paula llegó del colegio suplicando a su madre salir a la playa, el calor dentro era insoportable y Raquel no vio motivo para no acceder a la petición, no había razón para que todos fueran miserables.
Sergio había salido temprano con la excusa de hacer "pendientes" pero Raquel no le creyó, lo conocía demasiado bien como para saber que algo le ocultaba. Ya lo interrogaría cuando llegara, mientras tanto se ocupó de hacer la cena aprovechando que su madre, Paula y Riyo, la enfermera de Marivi, estaban en la playa.
Ya estaba terminando cuando escuchó pasos apresurados provenientes de la entrada.
—Paula, te he dicho muchas veces que no corras dentro, te puedes caer —
—¡Mami! ¡Mami! Sergio ha traído un amigo — Cantó emocionada la pequeña.
—¿Un amigo? — Frunció el ceño ante la afirmación de su hija. En la isla no tenían ningún conocido, evitaban socializar más allá del saludo por temor a ser descubiertos. Por un momento temió lo peor.
—¡Si! Tiene un nombre muy guay — Respondió con entusiasmo, totalmente ajena a los miedos de Raquel.
Estaba apunto de contestar cuando entraron Marivi, su enfermera, Sergio y Andrés. El semblante de la castaña cambió totalmente, de estar preocupada pasó a estar desconcertada, sorprendida y algo molesta. No era un secreto para Sergio que Raquel no guardaba simpatía por su hermano, si bien nunca habían tocado el tema no hacía falta demasiado para saber que le desagradaba su sarcasmo y egocentrismo.
Aunque, a juzgar por la sonrisa de oreja a oreja de Andrés, a este no parecía incordiarle su presencia en lo más mínimo. Por el contrario, sonreía tomado del brazo de su madre.
—¡Cuñadita! — Saludó con absoluta cordialidad.
Raquel no tuvo más remedio que devolver el saludo, después de todo, ahora eran familia. -Sintió un escalofrío cuando pensó en aquello-
—Andrés, ¿cómo estás? —
—Como los mismísimos dioses con semejante compañía— Dijo refiriéndose a Marivi, quien sonreía a su lado.
—Claro — Respondió ella sin el menor ápice de simpatía o alegría.
Se excusó con una sonrisa después de los saludos iniciales, tanto Paula como Marivi estaban encantadas con la visita del hermano de Sergio, a ella no le sorprendía, después de todo era un adulador nato. En su camino fuera de allí arrastró a su pareja con ella.
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Brother in Law
FanfictionRaquel recibe la visita de un inesperado miembro de la familia, y aunque al inicio no lo tolera, con el paso del tiempo -y de las copas de vino- se da cuenta de lo divertido que puede llegar a ser su 'cuñado'.