Capricho imposible

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...

Rayos, maldición, esto no puede estar pasando.

Esta persona... la he visto antes, en esas fotografías...


- Flashback -


- Dr. Shanders... ¿Me permite un momento?

Desde mi comunicador una voz se activa. Ahora mismo me encuentro en mi oficina. Esa es la voz del general... ¿Por qué está aquí?

Desde mi silla respondo al llamado un "en seguida".

Si está presente aquí entonces debe estar donde siempre; rápidamente salgo de mi oficina y tomo el rumbo hacia el lugar donde me espera el general.

Mientras camino por los pasillos si así se pueden llamar, aunque creo que sería mas correcto llamarlos túneles, no puedo evitar preguntarme el por qué el general sonaba tan afligido, ciertamente algo está pasando.

Todo el lugar está tan saturado como siempre, las personas vestidas con trajes de protección en contra de material biológico nocivo están pasando a mi lado de manera apresurada; acabo de entrar en la zona más restringida de la base.

Después de caminar por unos minutos, llegué a lo que a simple vista parece una placa de acero pegada al suelo, mientras que alrededor hay varias mesas cubiertas por sábanas de látex y forradas con material esterilizado.

Flexiono mi espalda hasta estar lo suficientemente abajo como para tocar esa placa con las manos.

En la placa hay una zona, una parte la cual tiene un electroimán.

Este reacciona con el material implantado en mi muñeca izquierda y la placa se abre, revelando una habitación subterránea.

Verificando que no haya nadie alrededor doy un salto hacia adentro del agujero.

- ¿Que es lo que sucede, general?

- ¿Que? ¿Quien anda ahí?

De entre las tinieblas del oscuro lugar, sale un anciano de 62 años, espalda encorvada, cabellera canosa y baja estatura.

Si no lo conociera diría que es un indigente drogadicto.

- Señor, soy Shanders, usted me llamó hace unos minutos.

La cara del anciano súbitamente se quedó congelada, por poco pienso que estaba sufriendo un ictus.

Poco a poco la expresión regresa a su rostro siendo esta de felicidad y júbilo extremos.

Este corre hacia mi de forma que no parece tener 62 años; yo simplemente lo esquivo para evitar que se estrelle conmigo.

Éste cae por la velocidad que acumuló y rápidamente se levanta.

- Vamos ¡deja que papá le de un abrazo a su hijo!

- Hey, ya hablamos de eso, señor.

Nuevamente su expresión se congelo y segundos después esta regresó siendo una un poco mas rígida.

Este anciano no entiende, hicimos un acuerdo de que en el trabajo somos doctor y general, somos socios de trabajo, no familia.

- Disculpe por eso, doctor Shanders,

- No hay problema, señor.

Después de que yo hablara su expresión cambió a ser una todavía mas seria y, aunque sonara extraño, parecía estar siendo agobiado por algo.

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⏰ Last updated: Apr 19, 2020 ⏰

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