Simplemente... nada

Siempre juntos

Llego al instituto y la gente me felicita mientras yo intento parecer feliz y agradecida aunque me este acordando de su familia en este momento.

Me felicita todo el mundo, gente de otros cursos, profesores, cocineras... Todos menos Sergio. Me resulta extraño, me pregunto si no se ha acordado.

- Sergio, no me has felicitado

- Ya lo sé, y también se que no te gusta este dia.

Se me trabaron las palabras, ¿como puede alguien conocerme más que yo misma? Mientras yo le observaba con un sentimiento deconocido, sin saber si es gratitud, sorpresa, o ... amor; el seguia hablando.

- Pero no te pienses que no tienes un regalo.

Me llevó por los pasillos hasta la salida, cuando estuvimos a dos manzas del instituto noté que nos seguian, miré para atrás y no vi a nadie, sin embargo yo escuchaba los pasos durante todo el camino.

De repente nos paramos delante de un chalet enorme, de tres plantas, se veía una casa limpia, con una piscina en el patio trasero. Entramos, esa era su casa. Me llevó hasta su habitación y alli estuvimos hablando hasta me pidió que cerrase los ojos.

Cuando los abrí estaba todo lleno de velas y con pétalos de rosa. Lo noté, me había enamorado. Me tumbo lentamente en la cama y me quito la camiseta poco a poco, se quito la suya algo mas rápido y siguió con sus pantalones, mi falda... Las horas parecían segundos mientras le notaba junto a mi en un momento mágico.

Antes de irme, sacó de un cajón una cajita con un collar con forma de corazón en el que estaba escrito:

"Siempre juntos"

Sara ♥ Sergio