Hola, soy Marina

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Hola, lector@, soy Marina. Supongo que si me estás leyendo es porque tienes ganas de conocer a alguien o simplemente no tienes nada que hacer. Antes de nada, quiero que sepas que yo no soy real. Soy un personaje creado por la autora de esta historia, así que es bastante probable que te sorprenda mi forma de ser. Puedo no ser lo que esperas. Sí, soy muy risueña, a simple vista muy amigable, pero como todo el mundo tengo mis partes oscuras. Quizá soy tu alma gemela y ni siquiera lo esperas. Quién sabe. La cuestión es que vas a conocerme y va a ser divertido. A mi me encanta conocer a personas nuevas, pero lo que más me gusta es conectar con ellas. No se conecta con cualquiera. Quizá no acabas de estar de acuerdo con esto, pero no importa. Allá voy.

Tengo 20 años y vivo sola en París. Estudio psicología y me encantan los animales. Cada sábado voy a visitar un jardín donde está lleno de mariposas, abejas, gatos y vegetación porque me siento como en casa. Normalmente me siento incomprendida por la mayoría, pero los animales tienen una vibración que me es muy familiar. No juzgan, no pelean como adultos y cuando estás bajo de ánimos se acercan a ti. No me malinterpretes, me gustan las personas, si no no estaría estudiando psicología. Me chiflan, pero ninguna de ellas ha sido mi lugar nunca. Y sí, sé que ninguna tiene porqué serlo, el único hogar que existe es el mío, soy yo, pero veo a tanta gente conforme con cualquier persona con la que se topa que hace que me plantee este tipo de cosas. 

Ya me vas conociendo. 

Me gusta mucho el tarot, lo tiro cada día. A veces siento que medito cuando lo hago. Me encanta lo oscuro. ¡Ojo! Oscuro no significa malo. Me refiero a lo misterioso, lo que aún no se sabe del todo, o si se conoce, realmente no es así. Una paranoia. 

Soy del signo de piscis. Cuando nací, el sol, quien nos ilumina cada día al despertar, se encontraba en este signo. Mi esencia es del mar. El mundo terrenal no me sienta bien del todo. Veo cosas que la gran mayoría de personas no pueden ver y a veces me toman por loca. No les quito la razón del todo, pero si realmente me conocieran se darían cuenta de que no es así ya que lo que puedo llegar a ver es real.

Y la luna se encontraba en el signo de sagitario, lo que significa que soy una persona muy positiva en cuanto a lo que venga, se me da bien contentar a los demás y, en las fiestas, sin querer, me vuelvo la protagonista, como en esta historia. La energía sagitariana me corre por las venas. ¡Siento como el fuego!

En fin, que no sé qué más contarte, nos vemos ¿o seguimos charlando?