Estiró sus brazos desperezandose, movió su cabeza hacía ambos lados y se levantó. Un escalofrío recorrió su columna, el día se sentía extraño y Okuyasu lo notó.
Una fuerte preocupación cruzó por su pecho y la primera persona que acudió a sus pensamientos fue Josuke, «Vaya, iré a visitarle» pensó.
Josuke es su mejor amigo y ya le parecía raro no haberle visto durante el día. Faltó a la escuela, no contestaba sus llamadas y cuando Tomoko-san contestó le dijo que Josuke había enfermado.
«¿Enfermado? ¿De qué?», pensó algo asustado.
-¿Puedo ir a verle?- preguntó sosteniendo el teléfono.
-Claro, sería maravilloso ya que voy saliendo de compras. Te espero Nijimura-kun-
-Sí-sí, voy en camino. ¡Nos vemos Tomoko-san!- dijo colgando el aparato y tomó su bolso metiendo su consola dentro, «Quizás esto le animé» murmuró para sí. Se despidió de su padre y encaminó a la casa Higashikata.
A pesar que el sol iluminaba de una forma preciosa la ciudad, sentía muy irreal toda esa calma.
Llegó a destino, tocó el timbre anunciando su llegada y al instante salió Tomoko, su cara reflejaba preocupación. Saludó con una pequeña reverencia mientras ella movía su mano de lado a lado.
-Josuke cayó a cama de forma repentina y no ha mejorado mucho- mencionó afirmada a la puerta. -Pasa por favor, me alegra que Josuke tenga un amigo tan bueno como tú. ¡Cuidale bien por favor! Nos vemos más tarde -
-¡Cuente con ello!- dijo con su característico entusiasmo mientras veía como la figura de Tomoko se perdía a la distancia.
Entró cerrando la puerta tras de si y subió las escaleras.
Sabía perfectamente dónde quedaba la habitación de Josuke, se sentía extraño como si algo malo estuviera pasando y el no lo entendía «Eso es lo de menos ahora» pensó llegando al cuarto.
-¡Oi Josuke!- saludó animosamente entrando, su mirada se posó en la cama donde yacía su amigo envuelto en sábanas con sus cabellos desordenados. Su preocupación se hizo más fuerte, era extraño verle así, tan débil.
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🎶 Remember when you were young, you shone like the sun, shine on you crazy diamond 🎶
La radio sonaba a un volumen moderado en su habitación, escuchar música le subía el ánimo de cierta manera
«No entiendo que me pasa», aunque sabía perfectamente que sucedía. Recordaba que había salido del baño algo pálido después de haber visto aquello pétalos, creía que eran una especie de ilusión así que decidió dejarlo de lado pero cuando iba saliendo al Instituto cayó de bruces y lo último que escucho fue su nombre en un grito de su madre preocupada.
No sabía cuánto tiempo había pasado en cama, quizás fue todo el día por la luz que entraba a su habitación. Crazy Diamond salía de vez en cuando a verle, la angustia se reflejaba en su rostro, le miraba con culpa. Sabía que de cierta forma esté quería ayudar pero ambos sabían que eso no era posible.
Dolor, llevo la mano a su pecho y tosiendo soltó un par de pétalos más. «Ya basta» murmuró para sí, mientras Crazy Diamond sacaba los pétalos con cuidado.
Sentía que extrañaba a alguien le calaba fuerte, su corazón murmuraba aquel nombre....
-Okuyasu- dijo con debilidad al ver a su amigo entrar. Se sentía débil y escuchar la voz de su amigo hizo que su corazón palpitara desbocado. «¿Que sentía? ¿Que mierda ocurría con él? » pensó y se giró para verle, respiro hondo juntando un poco más de energía volvió a pronunciar su nombre un poco ahogado.
-Oku...ya...su-
