Capítulo 1: El bocata de chalchicha.

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Narra Paula

—Primer día de clase y ya llego tarde. Todo me pasa por querer tomarme el colacao tranquilita mientras jugaba con mi gato. —pensé mientras veía el instituto a lo lejos.

De repente suena la campana.

—MIS PUTOS MUERTOS QUE NO LLEGO. —salí corriendo hacia el instituto más rápido que inmediatamente.

Llegando al instituto me choqué con un chavalito alto y nos caímos los dos al suelo.

—¿Tu qué?— me dice el imbécil.

—¿Yo qué de qué?— me quedé himawari cuando me dijo eso.

—¿No miras por donde vas o qué?— me miró con cara de molestia.

—Perdona, es que iba con prisa.— nos vamos levantando.

—La próxima vez miras por donde vas.— y coge y se pira el tío.

Pues empieza bien la cosa. Me va a tocar aprender a hacer budú ya el primer día.

Me sacudí la ropa que la llevaba llena de mierda y me marché a buscar la clase a la que se supone que iba a ir.

No sé ni con quién coño voy a ir a clase, como me toque con el soplamocos este y me la vuelva a liar digo una palabrota.

—Clase 1-B... — me paseaba por los pasillos buscándola.— LA ENCONTRÉ.

—No era muy difícil de encontrar, de hecho en este pasillo sólo estamos los de primero.— me dijo una chica de pelo negro muy largo.— yo me llamo Nuria, ¿cómo te llamas tú?

—Pauluskoni, soy de Rusia. Pero me puedes llamar Paula.—le di la mano saludándola pero luego me la limpié con mi gel de manos del Mercadona cuando no me vió porque el coronavirus acecha.

Entramos a la clase y ya estaban la mayoría sentados en sus asientos, y como habían dos asientos libres decidimos sentarnos juntas.

—¿Y eso que has venido desde Rusia?— me preguntó para hacer tiempo.

—Pues nose tio no me raye aitana.

—¿Qu-

Sonó el timbre. Todos los asientos que faltaban por ocuparse lo hicieron.

Suerte la mía. No está aquí el tío borde.

Se abrió la puerta y entró el profesor, un tío bastante guapo la verdad para qué engañarnos.

—Buenos días a todos, mi nombre es Lee Taemin y voy a ser vuestro profesor este año.

—Buenos días señorita Matsuzaka.—dijimos todos al unísono.

—¿Matsuqué?— contestó Taemin extrañado.

—Nada ticher.— le respondió uno de delante.

—Es guapo el profesor, ¿eh?—me susurró Nuria.— y parece joven.

Asentí y comenzó a dar clase. La verdad es que el tío no parece que tenga muchas luces, no sé cómo ha llegado a ser profesor.

Acabó la clase y nos fuimos a la cafetería.

Narra Nuria

—Perdona, voy al aseo un momento, ahora vuelvo.—le dije a Pauluskoni cuando llegamos a la cafetería.

Nada más llegar al aseo me lavé las manos.

Estaba deseando hacerlo desde que me ha dado la mano, que tía más rara.

young wings - stray kids.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora