...

12 1 0
                                    

No acuerdas de mi, ¿verdad? No... tú eras una hermosa princesa en un instituto con apenas quince años y yo... Yo era uno más de todos aquellos inútiles que ansiaba de obtener de ti, una mera sonrisa al final del día. Tú eras preciosa, una diosa que siempre me miro con desprecio. Yo era un enclenque más bajo que tú, con unas notas poco destacadas y una familia pobre. Tú eras tan perfecta y ala vez tan cruel.

Pero ahora todo ah cambiado. Ya han pasado quince años desde la ultima que te vi y las cosas ya no son como antes. Si, tu sigues tan preciosa como entonces, hoy lo eh comprobado al cruzarnos en la calle, aunque tú no supieras que era. Por supuesto que no. Me has sonreído como una furcia ansiosa, porque ya no soy el mismo. Ahora tengo la clase que me faltaba cuando era un crío. Visto trajes caros porque mi odio por la gente como tú me hizo superarme. Las horas de gimnasio me han convertido en lo que tú anhelabas siendo apenas una niña y ya no soy aquel enclenque. La suerte me hizo medir casi un metro noventa y seis y... claro, ahora si me sonríes.

Hoy has pasado o a mi lado y he vuelto a oler tu melena oscura, aquella que esnifaba sentado en mi pupitre detrás de ti. Ese olor que tantos buenos ratos a tu costa me hicieron pasar solo en mi habitación. Te seguí y ahora se donde vives. Ahora se que sigues sola.

Desde aquí, en medio de la noche, puedo ver tu ventana iluminada y tu figura caminar de un lado a otro. Apagas la luz. Ya es muy tarde... Duerme, princesa, duerme... mientras puedas

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 04, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora