Parte única.

934 129 199
                                    

Hablemos de amor, ese amor que llegó en septiembre. Llegó precipitado, casi sin conocernos, a pasos agigantados, floreció como la más bella de las flores, sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que se estaba marchitando.

En mí, pero no en ti.

Y Jungkook, me odié cuando terminé contigo, porque se sintió como si sólo hubiese jugado con tu corazón, con tus sentimientos. Y mi intención no fue nunca esa.

Jamás quise dañarte, pero lo hice. Y me odié, odio y odiaré por siempre, porque a pesar de no poder corresponder más aquel sentimiento, te quería y no deseaba perderte. Lo acepto, quizá fue egoísta por mi parte.

La primera vez que terminamos, me pediste que nos distanciaramos por un tiempo, no me querías cerca, al menos hasta que tus heridas pudieran sanar por completo. Así que acepté tu decisión y me alejé, sin cuestionarlo ni replicar, lo sabía: no merecía respuestas, necesitabas hallar la manera de aliviar tu dolor, y yo no deseaba impedírtelo ni arruinar aún más la situación.

Para mí todo transcurría con normalidad, pero para ti todo había acabado. Llorar por las madrugadas, contarle a tus amigos cómo te sentías, tratar de desahogarte, se había convertido en una monótona rutina de la que necesitabas escapar, pero no podías.

Mientras tanto, yo continuaba como si nada, e incluso me enamoraba cada día más de alguien nuevo, alguien a quien tú conocías, Park Jimin. Enterarte de aquello fue tu perdición, lo sé. Fui consciente de que no me odiaste a mí sino a él, le odiaste por tenerme. Deberías haberme odiado. Deberías haberme odiado, porque pasé de página y continué mi vida con demasiada facilidad, di borrón y cuenta nueva. Sé que no estuvo bien, que parecía que todo aquello por lo que habíamos pasado juntos no me había importado en lo absoluto, las risas, los besos, los momentos y recuerdos compartidos, se habían esfumado, se convertían en las cenizas de un fuego que alguna vez ardió. Desaparecí de tu vida, dejándote con la sensación de que eras fácil de reemplazar.

Así que ahí ibas tú, desahogando tus penas, olvidándolas de la única manera en que creías poder hacerlo, yendo de fiesta, embriagándote hasta el punto de no darte cuenta de tus acciones o incluso quedar inconsciente, fumando hasta que tu cabeza dolía. Bailando con extraños para olvidar.

Y ahí estaba yo; sintiéndome mal por permitirlo. Pero, ¿qué iba a hacer? ¿Cómo lograría evitarlo si me habías pedido que me alejara? Sólo podía observar a la distancia, con un montón de cosas por decir, pero sin atreverme a pronunciarlas, guardando todo para mí mismo.

 Pero, ¿qué iba a hacer? ¿Cómo lograría evitarlo si me habías pedido que me alejara? Sólo podía observar a la distancia, con un montón de cosas por decir, pero sin atreverme a pronunciarlas, guardando todo para mí mismo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El tiempo pasó y volvimos a hablar, todo éste tiempo te extrañé y tampoco pude decirlo, y sé que también tú me extrañaste, pero creías que estaría mejor sin ti.

Aunque en realidad, ¿cómo podría estarlo? Eras importante, jamás dejarías de serlo. Habías dejado una huella en mi corazón que nunca nadie podría borrar.

Perfect Strangers ↻ [ᴋᴛʜ + ᴊᴊᴋ] OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora