Capitulo 0

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Durante toda mi vida solo una vez me vi obligado a asistir a un velorio. Y puedo decir con total seguridad que no me gusta el olor del incienso que se quema, ni la palpitante luz de las velas que prenden ... tampoco es agradable que las personas se acerquen llorando y dando palabras que suponen te harán sentir mejor.


¿Por qué?


No lo lograron.


Perdí a mi padre a una edad muy temprana y términe quedando al cuidado de mis tíos, mis únicos parientes.
La muerte de mi padre cabo profundo en mi ser, él lo era todo para mí. Y siempre me dejo muy en claro que yo era todo para él. Siempre odie su trabajo, porque lo mantenía ocupado, lejos de mí, pero solo éramos él y yo ... y yo quizas era demaciado maduro para mi bien, siempre supe que alguien debía pagar las cuentas aunque el nunca me lo hubiera dicho, pero yo lo sabía, sabía que nuestra familia no era como las otras, sabía que faltaba alguien en casa, pero nunca quise preguntarle directamente, nunca quise saberlo de sus labios.


Recuerdo la primera vez que la duda y la inquietud me atacaron...


El día escolar estaba terminando de nueva cuenta y como los días anteriores mientras esperaba que llegasen por mí, veía a mis compañeros marcharse de la mano de las mujeres a las que llamaban mamá mientras que yo lo único que sabía de ellas era el concepto básico.


"Madre, en un contexto biológico, se le llama al individuo de sexo femenino que ha tenido descendencia directa ..."


Según lo que mi corta edad me permitía comprender era la persona que me había dado la vida, pero no lograba comprender porque mi madre no vivía en casa con papá y conmigo, porque ella no venía por mí a la escuela y me sonreía como lo han hecho esas otras mamás ...

Pero mi mayor duda era ¿Dónde estaba mi mamá?

A lo lejos vi a mi padre llegar, con esa expresión de alivio en el rostro al encontrarme como siempre en los columpios, lo vi sonreírme como lo habian hecho esas mujeres. Me observo, su vista se detuvo en mi mejilla, aquella amoratada por el golpe que recibí ese día, se puso a mi altura y aunque yo quería preguntarle por mi madre, me calle todas mis dudas, porque en su mirada vi lo mismo que en las de aquellas mujeres y sentí mi pecho hincharse al comprender que no importaba que no existiera una femina que se hicierallamar mi mamá, porque yo tenía un padre que me veía, sonreía y me amaba de lamisma manera en que esas mujeres a sus hijos y para mi era suficiente con verme reflejado en su mirada para saber eso.

Mi padre siempre estuvo ahí, en cada festival, siempre para recogerme, para coser el número de mi dorsal ... Para cenar conmigo. Siempre tarde, pero siempre ahí.

- Oi Kazu-chan - desde aquel día mi mirada parecía distante, por ratos y lo sabía porque todos me lo decían, se había vuelto una constante en la oración que formulaban después de llamarme - ¿Quieres hablar? - Negué con un movimiento - Ya pasaron varios meses y sigues distante, tu mirada parece estar en otro lugar. Quizás nada cambie, pero podría aligerar la carga - regrese mi mirada al altar familiar, no lo podría evitar ...


- Oww ... - Sabía que mi mirada ahora era una cosa que todos odiaban, hasta yo. Pero nadie lo noto - ¿Acaso te estas preocupando por mí? - Chris era el hijo único de la hermana de mi padre, hermana que vivía en Tokio por lo que debí mudarme de la casa donde viví casi 13 años - Chris-sempai no necesito de la ... amabilidad que la gente suele dar cuando se pasa por un mal momento - Odiaba la mirada que me daban todos en esa casa, odiaba tener que refugiarme en la habitación del altar familiar para sentir que no era un extraño en esa casa, con esas personas.


- No es compasión si es lo que estas insinuando - su mirada se endurecio un poco ante sus propias palabras.


- Yo no mencioné la compasión en ningún momento - me encogí de hombros antes de regresar mi mirada hasta la foto de mi padre - Fuiste tú mismo quien llego a esa conclusión... si es compasión o lastima, pena o según algunos empatía, para mi es la misma mirada, es como si estuvieras mirando un perro abandonado - podía observar como su mirada cambiaba y su boca poco a poco se abría.

- Eso no... - Que era aquello en su mirada, ¿Indignacion? ja.

- Míralo... pobrecito, no tiene a nadie más ... ¿De qué va a vivir? - ya no sentia nada, quizás por eso me gustaba hacer sentir mal a los demás. - Yo no les pedí nada... - Los labios de Chris se apretaron en una línea recta y su mirada decayó - No me pidas que olvides lo que paso y pretenda que todo está bien, no me pidas que sonría y vea el lado positivo de la vida - mi tono se elevo y podia sentir la sangre correr amargamente por mis venas. Estaba enojado.

−Kazuya yo solo quiero ayudarte, pero tú no te dejas y ... - Ese tono lastimero me crispaba los nervios. simplemente no pude mas.

- ¡No me digas que puedo o no sentir! ¡No me digas que hacer! - Lo primero que estuvo en mi alcance fue la taza que hasta hace un rato contenia té, se estrelló justo en la pared, unos centímetros de él.

Se escucharon los pasos que recorrieron el pasillo, la mujer que tenía un ligero parecido a mi padre apareció tras Chris, mi respiración estaba un poco fuera de tono, el movimiento brusco había provocado dolor en la zona de las costillas, sabía que no podía moverme de aquella manera, mucho menos de repente.
La mujer se movió rápidamente hasta donde estaba yo, la posición y el movimiento repentino eran malos para mi condición.

- Kazu-chan sabes que no debes hacer movimientos bruscos, déjame ayudarte - la estaba escuchando, mi cerebro procesaba sus palabras, pero no podía apartar mi mirada de la expresión compungida que tenía Chris, respire profundo.

- Estoy bien tía - enderece mi postura de manera lenta, regrese mi mirada al altar, respire de nueva cuenta y pinte una sonrisa que sabía tranquilizaría a mi tía - creo que lo siento - tanto la mirada de mi tía como la mía viajaron hasta Chris quien seguía en el umbral de la habitación - Rompí tu taza -

- Si estás bien lo de menos es la taza - Poso su mano sobre mi hombro - ¿Seguro estas bien? - mis labios se apretaron en una línea tintineante, me sentia justo en la línea de la cordura, logre sonreír.

- Sí, estoy bien - observe de reojo la mirada de Chris, él lo sabía ahora ...

Lo cierto es que, desde el accidente nada logra hacerme sentir bien, ni las personas, ni el lugar... me siento mejor al estar solo, pasar la mayor parte de mi tiempo observando la foto de mi padre no me ayuda, lo se... pero es lo único que trae paz a mi vida.


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Debo decir que es bastante interesante como la vida pierde sentido...


- La probabilidad de que no vuelvas a jugar ... ahora es mayor - la expresión del doctor, la de mis tíos y la de Chris me exasperaban, al contrario de ellos mi semblante se mantuvo neutral. Tenía que ser fuerte, porque ya no existía nadie que pudiera serlo por mí, lo único que los demás podían ofrecerme era esa expresión llena de lastima.

Y entonces, poco a poco, el sentimiento de vacío se instala en tu pecho. Ni la rabia ayuda a llenar el vacío.

- ¿Y la terapia? - El semblante del doctor cambio a uno neutral, supongo que se debe a que debe mantener el profesionalismo. Hubiera deseado que lo mantuviera desde el principio.

Ni la tristeza, ni la alegría ... simplemente estas vacío.

- Por lo pronto creo que necesitas que te reevaluemos, hace más de tres meses que sucedió el accidente y nunca asististe a tus citas médicas, es necesario ver el estado en que te encuentras. -

Desde el accidente me eh preguntado ¿Qué es lo que me mantiene con vida?

Yo no lo pedí.

¿Quién debería que yo seguiría con vida?

Yo no deseaba vivir

¿Quién perdió que salvarme era la mejor opción?

Yo no lo hubiera pensado.

Si me lo hubiesen preguntado...

Habría deseado morir.




NOTAS:

Tengo que hacer los honores y mencionar a mi intrañable, quien a cada momento estuvo ahi para leer aunque fuese una linea de avance. Quien me animo a publicar despues de tanto tiempo. Mi compinche de inspiraciones raras XD.
@Flor Riva esto es posible gracias a ti XD

Retazos del almaWhere stories live. Discover now