Infeliz

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Se había casado con el hombre que amaba hacía 3 años, Hermione Granger por fin había casado al murciélago de las mazmorras o al menos así lo había llamado Rita.
Esperaban a su primer hijo, tenía 8 meses de embarazo, tenía una buena vida, vivía en Prine Manor, su esposo estaba con ella todo el tiempo, pero joder, era una vida de mierda.
Apenas después de decir "acepto" en la ceremonia todo el peso cayó sobre ella, casándose con un hombre que amaba a otra y amargándose con todo lo vivido, tenía lo que quería pero jamás lo que necesitaba, ni una sola vez le había profesado un té amo, ni siquiera el más mínimo detalle, la relación la llevaba ella y la verdad, la Cruz era pesada y estaba lista para soltarla.

Era 13 de octubre, día de muerte de su amada, la había tomado por despecho y al final, era también su día de mes, el día que concibieron.
Estaba sentada en el sofá, de espalda a la puerta principal de la estancia y mirando a la chimenea 12:00 en punto, feliz mes y feliz caer.
Se frotaba el vientre, calmando al bebé, se sentía nerviosa, después de tantos días pensándolo por fin lo había hecho realidad y la solicitud de divorcio estaba sobre la pequeña mesa.
Había sido difícil, era el hombre que amaba, pero no podía seguir, era infeliz, cargando un matrimonio en el que solo participaba ella, severus era un buen hombre, le había dado lo que necesitaba en tiempo de desespero, cuando sus padre murieron y ella necesitaba estabilidad, le había pedido matrimonio y ella aceptó, se casaron casi al instante, era la mujer más feliz sobre la tierra, pero al pasar las horas se dio cuenta de su error, que un hombre jamás podrá llenar ningún vacío emocional, tal vez podría rellenar su coño, pero jamás su corazón.
No la amaba, se había casado con ella por lastima, esa era su conclusión, al menos era mucho mejor que pensar qué tal vez tenía una amante, estaba harta de esta mierda, estaba cansada y necesitaba descansar por fin...
Y la puerta se abrió, revelando secretos y llegadas...

-Cariño?

-Estoy acá Severus.

-Hermione... que sucede.

-Míralo por ti mismo.- señaló la mesa, parándose lentamente, dando la vuelta al sofá y encarándolo por fin, no bajaría la cabeza ante él nunca más.

-Que es esto?

-Que párese?

-Te quieres divorciar?

-Yo he estado pensando y creo que es lo mejor par...- la interrumpió.

-No.

Le dijo frío, distante, pero esta vez no se la pondría tan fácil, podría vivir sin él, ahora lo sabía, no lo necesita una mierda.

Arrojo los papeles sobre la mesa, arrugándolos y dejándolos caer ruidosamente.

-No soy feliz, no puedo más con esto severus...

-Llevas a mi hijo.

-Lo podrás ver, eres su padre, eso jamás cambiará.

-Por que me haces esto? Por que ahora.

-Por que estoy harta de esto, de vivir con una puta sonrisa en la cara y fingir que todo está bien, estoy cansada y sabes que, no lo esta, esta basura en la que vivimos no esta bien, carajo!,  ya no puedo mas.

-Hermione, tranquila.

-Callate, no te atrevas a decirme que hacer imbecil, es que no lo entiendes? Quiero el puto divorcio.

-Dame una razón y lo haré, te dejare en paz..

-Estoy hasta la madre de tu falta de querer, de tener que meter todo mi puto tiempo para que nuestra relación no se valla a la mierda, de hacer todo esto todos los días, llegas tarde, no me haz tocado en todo el embarazo, joder severus! Tienes a otra? Es más joven? Más hermosa? Te da mejor sexo?

PeleaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora