Jelous || WangXian

Ú N I C O

La había jodido. Si.

Wei Wuxian estaba plenamente consciente de lo que había hecho más aun cuando se encontraba sumergido en ese silencio aterrador, solo mirando como la imponente figura de Lan Wangji que se erguia frente al gran ventanal con vista a la ciudad. Recapitulemos, era viernes por la tarde y Wei Wuxian se encontraba sumamente aburrido, jugueteaba con su celular acostado en uno de los tantos sillones del departamento de Wangji, el calor le producía un cansancio inexplicable y lo único que quería era sumergirse en agua helada, sin embargo su pereza se lo impidió y fue así como terminó acostado sujetando el celular en una mano y un pequeño ventilador en la otra. Sus ojos viajaban a través de la pantalla riendo de vez en cuando por alguna estúpida publicación. Después de algunos minutos sin hacer absolutamente nada, la pantalla de su celular se iluminó indicando que tenía mensajes nuevos, tomó con pereza el móvil y sonrió en grande después de leer que se trataba de una invitación de Jiang Cheng para que el y Wangji asistieran a una fiesta en Yummeng, no lo pensó dos veces y acepto.

Más tarde, cuando Wangji llego a casa se apresuró a contarle, no tuvo que rogar mucho, después de todo Wangji también creía necesitar un descanso, fue así como partieron juntos desde Gusu a Yummeng. La primera impresión que tuvieron fue un montón de personas bebiendo y bailando por todos lados, en medio de esa multitud pudieron divisar a Jiang Cheng, Lan Xichen, Nie Huisang y el resto de sus amigos conversando animadamente en una mesa al interior del establecimiento, Wei Wuxian tomo la mano de Lan Wangji y los dirigió donde los demás. Lo siguiente que recuerda es que después de algunos tragos decidió acercarse la barra, que no se encontraba lejos de su mesa. Al llegar una mujer de unos veintitantos años se le acercó y comenzó a coquetear con el, intento alejarse, lo hizo, pero la mujer ya se había colgado de su brazo y comenzado a restregarse contra el, no hace falta decir que Wei Wuxian entró en pánico, ni siquiera tuvo que voltear para sentir la penetrante mirada de Lan Wangji sobre el. No paso mucho para que sintiera como tiraban de su otro brazo con fuerza, personalmente Lan Wangji había ido hasta ahí para quitarle a la mujer de encima. Wei Wuxian estaba apunto de comenzar a hablar cunado los suaves labios del contrario se estamparon contra los suyos, no fue suave ni mucho menos delicado, fue un beso cargadado de posesividad mezclado con destellos de enojo, Lan Wangji lo besó con vehemencia e incluso dejó algunas mordidas que le sacaron alguno que otro jadeo ahogado, sin embargo, después de separarse Lan Wangji se volteó bruscamente y salió del lugar. Wei Wuxian corrió detrás de el, sin importar las miradas sobre el y los gritos de sus amigos. Fue así como terminaron en su antigua habitación, sin decir una palabra, solo esperando a que alguno dijera o hiciera algo. Wei Wuxian había colapsado ya mil veces ante la idea de que Wanji pudiera mandarlo a patadas muy, muy lejos.

-Lan Zhan, mira... Yo... Lo siento, realmente sabes que las mujeres no son lo mío, es decir, antes iba de flor en flor, pero eso no importa sabes? Todo lo que quiero lo tengo contigo, no hay más, solamente te deseo a ti llenandome por completo, a ti follandome hasta dejarme estúpido, Lan Zhan, ya no te enojes, o es acaso que ya no me quieres? - Si algún don tenia Wei Wuxian era la habilidad de decir cualquier cosa sin la menor vergüenza, y eso era suficiente para echar por la borda todo el auto control de Lan Wanji, dejándolo olvidado muy profundo en su sub-consciente.

-Lo sé- musitó Wanji y Wei Wuxian lo miro inquisitivamente- lo se, Wei Ying.

-Entonces por qué tienes esa cara, que dice "voy a golpearte hasta morir"? Acaso estas celoso Lan Zhan?- cuestionó acercándose lentamente y repitiendo curiosamente la acción de la mujer de horas antes, colgándose de su brazo y pegando su cuerpo al contrario.

-Mucho- declaró con una potente voz Lan Wangji al tiempo que lo sujetaba por la cintura. Wei Wuxian respiró hondo y dejo escapar un suave jadeo en el cuello de su mayor.