Prólogo

2.3K 204 47
                                    

La misma noche en la que Minhyuk despertó producto de aquel sueño extraño y los gritos de sus padres, en un pequeño departamento ubicado en el centro de Pekín, China, Chae Hyungwon despertaba también de forma brusca debido a una pesadilla.

En medio de la oscuridad tomó aire, tratando de recordar la pesadilla que sacudió sus sueños pero no pudo rememorar lo ocurrido con tanta facilidad.

Entonces, escuchó el llanto viniendo de otra habitación.

La persona a su lado se removió con un quejido.

―¿Wonie? ―preguntó Zhang Yixing con tono somnoliento―. ¿Puedes ir tú, por favor?

Hyungwon miró al alfa con una mueca de fastidio.

―Eres un dolor en el culo ―respondió, pero aun así se puso de pie, buscando su bata―, mañana tendrás que hacer tú el desayuno.

Oyó la risa ahogada de Yixing a lo que contestó con un bufido, saliendo del cuarto a oscuras para ingresar a la pequeña habitación donde un bebé de tres años estaba llorando.

―¿Sehun? ―preguntó con tono dulce―, ¿qué ha pasado, precioso?

Lo tomó en brazos y el bebé comenzó a sollozar suavemente, calmándose de a poco gracias a las feromonas maternas que Hyungwon estaba soltando.

Sehun le miró con ojos llenos de lágrimas.

Pesadila.

Hyungwon sintió que algo se rompía cuando un viejo recuerdo volvió a su mente, un recuerdo que había ahogado para hacer sus días más manejables, más fáciles de llevar.

De pronto, el cabello castaño de Sehun se volvió negro, sus mejillas parecían más rellenitas, y le sonreía con sus ojitos cerrados, mostrando todos sus dientes. De pronto, no estaba sosteniendo a Sehun, sino a Minhyuk.

A su Minhyuk.

Sus manos temblaron, pero se obligó a mantener el control.

―¿Con qué soñaste? ―preguntó sonriéndole.

―Con el come-pelo ―sollozó Sehun.

Hyungwon sacudió su cabeza, caminando de vuelta al cuarto mientras le acariciaba el cabello prometiéndole que no había ningún come-pelo en el pasillo, y Yixing soltó un nuevo quejido cuando el omega acostó al bebé a su lado.

Sehun no dudó en apegarse a su papá y, por supuesto, Yixing respondió al abrazo en señal protectora.

Sintió como otro recuerdo parecía golpearlo con fuerza: él acostado en una cama, suspirando mientras pequeños besos mariposas eran repartidos por todo su cuello, y Minhyuk a su lado estaba durmiendo.

Casi podía sentir los labios de él sobre su marca, besando, lamiendo, chupando.

Se obligó una vez más a mantener el control.

Su marca ardió e hizo una mueca por el dolor.

A pesar de los ya casi catorce años que llevaba sin él a su lado, Hyungwon seguía sintiendo ese leve dolor que indicaba la necesidad de su omega.

Pero Hyungwon había aprendido a lo largo de los años que tenía razón: su omega estaba encaprichado y no necesitaba de un alfa a su lado.

―¿No volverás a dormir, Wonie? ―preguntó Yixing en tono ronco al verlo pasear por el cuarto.

―No ―respondió distraído―, escribiré una carta.

Hubo un pequeño silencio mientras sacaba lo necesario, y se sobresaltó cuando de pronto el cálido aliento de Yixing golpeó su cuello.

Yuanfen [Adaptación] [2won]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora