One Shot's FHS

One Shot #6 La Belleza Ideal (Fredai)

Es como un romántico ideal pero está vez con la mujer y recordemos que todas la mujeres son bellas por naturaleza.
Hay una gran diferencia entre el Freddai y el Fredai, que desde el nombre se nota, en el primero es Freddai es decir Freddy×Mai y en el segundo Fredai y en este caso se sustituye a Freddy por Fred (Fred×Mai). Creo que es el turno de Fred... No sé porque explicó esto

Fred tiene cuerpo propio y digamos que todo es normal hasta diez años después...
Está vez olviden a Freddy, digamos que después de un suceso vivió tranquilamente.
...

Mai Smith The Pompadour, era una chica muy especial pues desde pequeña mostró una gran pasión por el arte y la cultura, dotes que fueron creciendo gracias a sus padres.
Al crecer, la albina soñaba con encontrar el amor verdadero y sobretodo desde su adolescencia estaba ilusionada con algún día ser la amante de Fred, el hermano mayor de su mejor amigo Freddy. Pero aquello no eran más que vagas ilusiones. Pues Fred era un conocido Libertino y no era novedad que cambiase de amante cada vez que alguna le aburría o simplemente no era lo suficiente para complacer sus deseos

—Fred...Si tan solo supieras...Lo que siento por ti...Pero creo que alguien como tú jamás lo entendería.

Diez años después la albina había conseguido casarse con Freddy. Con quién había formado un vínculo romántico y placentero, Mai complacía a Freddy con los más exquisitos placeres y llevaderas experiencias. Mai tenía un salón muy especial en su casa del campo dónde asistía todos los días, ahí guardaba pilas de libros, instrumentos musicales, mesas de juegos e incluso una pequeña cocina. Con la ausencia de su marido y la soledad que sentía todos los grandes escritores y filósofos de la ciudad frecuentaron su salón, muchos de ellos por estar enamorados de la anfitriona. Pronto comenzó su carrera como escritora profesional, triunfando gracias a sus allegados.

Ahora Fred vivía una vida de riquezas y lujos gracias a su mejor amigo Gold quien le proporciono empleo en la empresa de su padre hace más de 5 años. Algunas de sus pasiones eran la literatura, la música, la casería, el teatro y las mujeres. Sobre todo estas últimas pues seguía necesitando saciar su sed de placer.

Mientras triunfaba, Mai jamás olvidó a Fred y seguía creyendo que algún día conquistaría el corazón del pelinegro. Y sucedió que Fred comenzó a Frecuentar los alrededores de la casa de campo de la albina, pues cerca de ahí se encontraba su coto de caza de venados favorito. Ella lo espiaba por la ventana, o buscaba la forma de cruzarse en su camino portando, casualmente un elegante y atractivo vestido que resaltaba todo su cuerpo y sobretodo su ajustado escote.

—Hola Fred.—Saludó cortésmente.

—Ho...Hola Mai.—Se notaba levemente sonrojado.

—¿Pasá algo, te sientes bien?, ¿Quieres que te traiga un vaso con agua?

—No...Gracias señorita...Me encuentro perfectamente bien.

—Ou...Entiendo, adiós Fred.—dijo besando suavemente su mejilla.

Pareciera que Mai tenía sometido a Fred bajo un hechizo. Había logrado captar su atención. Pronto Fred le enviaba como regalo algunos trofeos de caza. Que eran alegremente recibidos por la chica y para honrar a aquel valiente hombre colgaba en el salón principal de su casa de campo. Cuando Fred dejó a su amante en aquel entonces, las mujeres de la ciudad enloquecían por ser la siguiente mujer que complaciera los deseos del pelinegro; pero él dió en pasar más tiempo con Mai deslumbrado por su belleza y su encanto.

Para sorpresa de todos en la ciudad ese mismo año, Fred hizo de esa mujer albina y dulce su amante oficial.

—Señorita necesito de usted para poder estar tranquilo, me estremece saber que usted no está a mi lado así que le pido que sea mi amante, ¿Acepta?—Preguntó.