LA VERDAD DE TU REFLEJO (Parte 1 - trilogía )

CAPÍTULO 40: EL VIAJE (Día 4)

ANDREA

No me lo puedo creer, ¿Qué pasó ayer? ¡Me besé con Marco! Llevaba mucho tiempo esperando que pasara y por fin se ha cumplido. Estuvimos toda la noche de risas, besándonos y hablando de porque no nos lo habíamos dicho antes por tontos.

Dormimos juntos pero esta vez fue diferente, la forma de abrazarnos era más cariñosa, se notaba que habíamos traspasado una barrera.

Durante el desayuno nos íbamos mirando disimuladamente pues no queríamos que se enteraran nuestros padres así que nos comportamos como mejores amigos de nuevo

- Veo que ya arreglaron las cosas - Dice Martín en el taxi -

- Si - Contesta yo -

- ¿Vuelven a ser mejores amigos? - Habla Eli -

- Ai mamá nunca dejamos de ser mejores amigos aunque nos peleemos - Añade Marco y nos miramos -

Por la mañana fuimos a visitar el National September 11 Memorial & Museum.

Ya después de comer nuestros padres tenían una reunión así que me dijo que tenía una sorpresa y me vendó los ojos en el taxi.

- Esta bien, ya casi esta aguanta un poco - Me susurra dejándome de pie aun con los ojos vendados -

- ¿Me lo puedes decir? - Pregunto cuál niña pequeña -

- Ya casi está impaciente....- Se ríe - Destápatelos ya

Al quitarme la venda me doy cuenta de que estamos en el Lincoln Center, esto es precioso

- Gírate - Dice Marco -

Me doy la vuelta y veo a Marco con Beret, ¡BEREEEET! Sabe que me encanta Beret.

- ¿Cómo has conseguido que venga? - Abrazo a Marco emocionada -

- Esto no acaba aquí - Contesta -

En ese momento Beret empieza a cantar una canción muy bonita que describe nuestra relación y es una canción nueva. Uau me encanta todo esto. Miro a Marco sorprendida al ver que se pone al lado de Beret y me entrega una carta

"Para la persona más especial, Andreita

Quería decirte que nunca olvidaré los momentos vividos, nuestras Maratones a The Vampire Diaries, nuestras clases de inglés, nuestras tortitas...

Siento habernos peleado esas dos veces, ni yo mismo entendía que me pasaba hasta que entendí que se trataba de celos, y cómo un cobarde solo huía. Por suerte esta segunda vez fue diferente.

Vinimos a este viaje por separado sin saber que los dos pensamos que era la oportunidad para tomar aire y pensar, y al final acabamos en la misma habitación de hotel.

No me arrepiento de los momentos contigo y te pido perdón por mis errores.

Con esta carta te propongo dos cosas:

La primera es que decida otra persona cuál de los dos ganó la competición de tortitas, porque nosotros no vamos a ser capaces

Y la segunda... mira el cielo"

Miro a Marco sorprendida, no sé cómo reaccionar a eso, y él se pone a mi lado abrazándome y mirando al cielo dónde se puede ver la puesta de sol. De golpe y sin esperármelo se empieza a escribir en el cielo con petardos:

" ¿QUIÉRES SALIR CONMIGO?

Miro a Marco sorprendida, no sé qué decir ante semejante sorpresa. Directamente le abrazo fuertemente sin soltarlo