Dos Argentinas

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Déjenme contarles sobre una conversación que escuche en un bar cerca a la universidad nacional más prestigiosa de este país. Este era un bar de obligada asistencia para todos los estudiantes de dicha universidad.  Ahora, será bueno decir que la única razón por la que pude escuchar este diálogo, es porque estos jóvenes hablaban muy fuerte debido a que ya estaban bastante alcoholizados.
Eran solo dos jóvenes universitarios de primer año, eso lo pude saber porque todavía sus rostros no tenían rasgos de cansancio. Estos jóvenes decían de la siguiente manera.
- Eran dos argentinas, piel blanca y hablaban como argentinas pues.
Hay que recordar que ya estaban bastante borrachos así que sus expresiones eran muchas veces carentes de sentido y bastante sazonadas con el lenguaje de la calle, pero, trataré de contárselos de una manera más o menos entendible y lógica y sin tanta jerga.
- Eran argentinas bonitas pues y su forma de hablar era de argentinas, y a mi que me encantan las argentinas.
- Pues ¿Cuántas argentinas conoces tu?
- En persona no muchas, pero por tele o por videos bastantes. Son diferentes a las peruanas, son más frescas, más directas, van al grano y les gusta que también sean directos con ellas. No como las peruanas que le gustan las vueltas y vueltas.
- Si eso dices. Y ¿Qué?¿Les entraste o qué?
- Esperate. Ya sabes cómo son los peruanos. La primera semana nadie se les acercó. Nadie les dijo ni pío. Después cuando empezaron a formar los grupos ahí si todos como gallinazos. Argentinas pues huevón.
- Claro, típico. Primero nadie les habla porque no quieren verse desesperados o que se asombran solo porque son extranjeras. Además pueden pensar que las están acosando.
- ¿Por qué van a pensar eso? Si uno le habla bonito, todo pasa normal. Además si estamos en el mismo salón con quién más se van hablar, con nosotros pues es lógico.
- Eso dices tu. Mira yo puedo ser un acosador. ¿Sabes que es lo único que tengo que hacer para ser un acosador? Decir hola, nada más.
- No huevón, estás equivocado. Aunque también depende, no vas a saludar a una extraña en la calle así porque así. Pero déjame contarte de las…
- Tu no entiendes porque tú eres blanco, pepon. Tu las saludas y normal.
- No seas acomplejado hermano. El color no tiene nada que ver. Todo está en la confianza. A las mujeres les gusta los hombres seguros, entradores, jodidos a veces.
- Fácil es tener confianza viéndote como te ves. Intenta ser un cholo, pobre y feo como yo, intenta tener confianza así. Además el problema es que las mujeres son muy superficiales hoy en día.
- Te pasas ah. Todas las flacas que te gustan son blancas, flacas, bonitas, cabello lacio y vienes a hablar de superficialismo. Vete a la mierda.
- Si me paso de pen***- riéndose de borracho.
- Nada de eso tiene que ver. Yo conozco un pata. Ese es feo, feo, feo . Más feo que tú, un monstruo. Encima tiene nombre de un jugador colombiano, mmm Falcao se llama. El pendejo tiene un apellido como nombre. Ya pero ese, si es horrible pues. Tú al menos eres normal.
- Normal, ya ¿Qué pasa con el monstruo ese?
-Su flaca, es una flaca bonita, bonita. Bueno no como las que te gustan, pero si está en algo, hasta me gusta creo.
- Debe ser, a ti te gustan todas.

Se rien de lo borrachos que estan. Se quedan en silencio por un rato y luego piden más cerveza. El bar está lleno y aunque la mayoría está absorto en sus propias conversaciones, todos los que estamos cerca de la mesa de esos dos los estábamos escuchando atentamente. Hasta daban ganas de meterse en tan animada charla.
El ambiente estaba en su mejor punto. ¿Y ese cuál es? Cuando ya estás lo suficientemente ebrio que te olvidas que estás en un bar de barrio. Cuando la música no solo se escucha si no que se siente. Y de repente parece que Niche está tocando ahí mismo. " Estoy pensando en amarte una vez más ,pero mi corazón dice que no, dice que no ouo". En ese momento la conversa se pone más interesante.

- Pero de verdad te digo, la flaca así como está, tiene para estar con quién quiera. Hasta yo estaría con ella . Entonces, segun tu teoría, ese Falcao no tendría ninguna oportunidad con la flaca.
- Tendrá plata.
- No tiene nada. Yo te voy a decir como hizo para estar con ese lomo.
- Primero enseña una foto a ver. De repente estás hablando cualquier cosa.

El amigo saca su celular, busca un rato la foto y se la muestra. Yo que estiré mi cabeza para ver también, puedo dar fé de que el Falcao mencionado era más feo que Picio. La chica si era agradable a la vista, pero cada quien tiene sus gustos.

- Oye si está bien chancado el compañero.
- Por eso te digo. Mira y no es que él fuese el único detras de ella. Habían como tres más ahí.
- Y ¿Cómo hizo?
- Primero, se acercó normal. No pasó nada de que le dijeran acosador ni nada. Se le acercó a hablar normal, nadie decía nada. Yo me reía porque no pensé que el chato fuera tan habilidoso. Así se le vio hablando una semana. La acompañaba a dónde podía. Venía temprano a clases para guardarle asiento. Le ayudaba en los exámenes. Hacia varias cosas, pero, lo que más resaltó fue que un día le trajo una caja de chocolates.
- ¿Una caja nomás?
- Es que no solo fue la caja pues. Mira ese día como nunca llegó tarde, eso fue a propósito. Esperó afuera del salón a que el profesor iniciara su clase. Ese profe no deja entrar a nadie después de iniciada su clase. Todos estábamos tranquilos en el salón y de pronto Falcao abre la puerta, ni siquiera toca antes de abrir, solo abre la puerta con fuerza, para que todos lo notarán. La flaca estaba sentada al fondo. Falcao entra, saluda al profesor, todos estábamos en silencio. El profesor no dijo ni pío, estaba sorprendido como todos. Falcao no mira a nadie, solamente a Laura.
- ¿Quien Laura?

Casi le doy un golpe por interrumpir, era obvio que Laura era la enamorada de Falcao. Yo estaba muy atento a la conversación y me dió risa ver que más gente estaba prendida de la historia también, algunos habían volteado sus sillas para escuchar mejor. En la rocola sonaba Armonía 10 ahora. " Lágrima por lágrima la pagarás, por lo que le has hecho a mi corazón, lloraras recordando, lloraras recordandome".

- Laura es la flaca pues. No interrumpas. Entonces ¿Dónde me quedé?

- En que el pata entró y solo miraba a Laura.

- Ya. Falcao entra pues, con la mirada fija en Laura y no la miraba así nada más, la miraba fijo a los ojos pero con una mirada enamoradora. Caminó entre las carpetas y tenía en la mano la caja de chocolates. El momento parecía de camara lenta. Todos lo vimos caminar hasta la última fila con una seguridad, como si fuese su flaco ya. Cuando llegó al sitio de Laura le dió la caja de chocolates. " Para ti" dijo, con fuerza para que todos escuchen. La flaca se puso rojasa. Los que estaban más cerca escucharon que solo dijo gracias.
- y ¿después?
- Después la saludó con un beso en la mejilla y se sentó a su costado. El profe ya no dijo nada y siguió su clase. Ya ni lo botó ni nada. Dos semanas después los dos ya estaban juntos.

- No se que decir hermano, parece irreal.
- No digas nada. Ahora yo te digo ¿Crees que la flaca dijo que si, solo por la caja? No pues, y menos dijo que si porque que el pata fuese guapo o tenga plata. Fue porque para hacer lo que él hizo se necesita huevos. Se necesita confianza en uno mismo, y no hablo de una confianza como la que yo me tengo. Hablo de una confianza inmensa, la confianza de 10 hombres juntos. Por eso le dijo que si. A las mujeres le gustan los hombres decididos, seguros. Eso es todo.

- ¿Tu crees que me asombra tu historia? Ahí seguro que Falcao ha invertido fuerte, además la chica no es para tanto.
- Eres irremediable hermano. Yo te digo esto para que sepas que te dejes de acomplejar .
- No me acomplejo. Es solo que …

Después la conversación se volvió aburrida, ya estaban muy borrachos, ya casi ni sé escuchaba lo que decían. El bar empezaba a vaciarse. Yo me quedé un rato más, solo porque ya había puesto mi canción en la rockola y no quería irme sin escucharla. Así estaba esperando mi canción, cuando ví que los dos de la historia ya se estaban yendo, casi cayéndose de borrachos, los ví bajar las escaleras tambaleándose hasta que desaparecieron de mi vista.
Al fin sonó la canción que esperaba. Era una de Franki Ruiz, " tu eres la rueda yo soy el camino, pasas encima de mi dando vueltas". Mientras escuchaba la canción con un vaso de cerveza en la mano, solo una pregunta había en mi mente ¿Que habrá pasado con las dos Argentinas? Y a mi con lo que me encantan las Argentinas.

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