Ese día habían planeado salir juntos a dar una vuelta por el pueblo de Karmaland, y ver sí Willy podía tener suerte con alguna de las jóvenes que habitaban por ahí. Vegetta le había dicho que él le daría unos consejos, qué sino funcionaba al menos habrían pasado un buen rato juntos.
Recorrieron ya casi la mitad del pueblo, Vegetta había conseguido que besará al menos dos personas, siendo rechazado de inmediato cosa que no causó más que risas de parte de ambos.
No pasó mucho hasta que se encontraron con Lolito y lo embarcaron en su búsqueda por el amor.
Entre burlas y alegorías de Lolo a que moriría solo terminaron en la plaza de Karmaland, donde esta vez el pelirrojo intentaba ligarse con una muchacha rubia que acababan de conocer.
—Mira Lolito, que no es tan difícil— señaló Vegetta, sentando en las vallas que rodaban la plaza. Tomó el rostro de la joven y dejó un pequeño beso sobre la comisura de los labios de está.
—Mmm... Sabe a pastel de calabaza— confesó la rubia totalmente sonrojada por la repentina acción del héroe.
Willy se aproximó a su amigo colocándose delante, prácticamente entre sus piernas.
—Que morros tienes—Guillermo apoyó sus manos en los muslos de Vegetta con una sonrisa traviesa en sus labios—. A ver, dame un beso—impulsandose acercó su cara a la del otro, aún con una sonricilla.
Samuel se sintió algo nervioso al principio, pero no era la primera vez que jugaban de aquella manera, ver quién daba el brazo a torcer primero; avergonzandose el uno al otro. Queriendo quitar la estúpida sonrisa que Willy cargaba cerro la distancia que había entre ellos, uniendo esfimeramente sus labios y retrocedió. Pero no contaba con que su amigo lo tomará del cuello y lo besase otra vez. Siendo más profundo esta vez, casi asfixiante, los labios del menor se movían como un verdadero profesional llevando en todo momento las riendas. Cuando abrió su boca intentando buscar algo más de aire de inmediato se vio envuelto en una lucha contra la lengua del amante del verde, mordisqueando de a momento su labio y tironeando de el. Desabilitando por completo las barreras del excéntrico perfeccionista, quién correspondió el casi fogoso beso por inercia; dejándose llevar por su amigo.
Los sentidos del ojimorado estaban desorientados, calientes. Podía jurar que sintió la mano de su amigo acariciar su muslo hasta llegar a su cintura y apretar el lugar con posesividad, pero no podía asegurar nada, más que seguramente ese haya sido el mejor beso que haya recibido en todo lo que llevaba de vida.
Suspiró tembloroso cuando Willy decidió por fin dejar de profanar su boca, un último beso fue dejado sobre sus labios, no sabía si desvariaba, pero sintió como los labios de su amigo se curvaban en lo que posiblemente era una sonrisa.
Guillermo lamió sus propios labios y limpio con su pulgar el inchado labio inferior de Samuel, parando el impulso de volver a devorarlos y separándose por completo.
—Es verdad, sabe a pastel de calabaza.
Amé escribir esto, me gusta cómo quedó al final.
La idea nació el un clip en Twitter, el que puse arriba. No es nada de otro mundo, pero me hizo mucha ilusión.
Nunca imaginé que mi primer fic publicado sería un Wigetta a decir verdad. Pero no estoy descontenta con ello xD
Si existe algún error de puntuación favor de notificarme, siempre olvidó las reglas de puntuación </3
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Pᴀsᴛᴇʟ ᴅᴇ ᴄᴀʟᴀʙᴀᴢᴀ |Wigetta| ShotFic |
Humor«Dulce beso con sabor a Pastel de Calabaza.» ★Wigetta. Un humilde intento por revivir el fandom.