Capitulo 46

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Lander

Antes de dejarte entrar en mi mente tienes que dejar tus prejuicios fuera.. no intentes entenderme, porque no lo harás, para mi no existen las personas buenas, tampoco las malas...todos somos ser humanos, todos dañados, guardando secretos para ser revelados, si cariño, nada se esconde para siempre, tarde o temprano la oscuridad intenta alcanzar la luz.

Yo estoy tan dañado como tú o cualquier otro, la diferencia son nuestras cicatrices, las mías no sanan, jamás lo hicieron, necesitaba una droga lo suficientemente poderosa como para hacerme olvidar el dolor, todos buscan una droga diferente... relaciones, amistades, sexo, alcohol, todo es una droga que cura el dolor, pero nada es permanente...nunca dura lo suficiente, por eso tenía que buscar una nueva.

Entonces la encontré..Carther cumplía todos los requisitos para hacerme perder la cabeza, una pequeña virgen soñando con ser follada por primera vez, era deprimente, estaba rodeada de idiotas que sólo querían utilizarla, pero yo le daría sentido a su vida, le daría la intensidad que tanto pedía a gritos.

Mi dulce niña de ojos marrones, siempre metida en sus novelas, deseando conocer al idiota que robaría su corazón y la haría enloquecer, ella pedía oscuridad, pero no la entendía, no hasta que le permiti conocerme.

Es gracioso como a los demonios pueden tener rostro de ángeles ¿caerias por uno? Claro que lo harías cariño, porque una vez dentro, te haces adicto al placer, al misterio, los seres humanos son curiosos, curiosos por lo que no deben, siempre buscando respuestas a lo inexplicable, les aterra lo que no conocen pero suelen aceptarlo sin darse cuenta, al principio les asusta luego, comienzan a ser parte de ello.

¿No te agradaba? ¿No pensaste en mí en ningun momento? Preciosa...ahí está el truco. Nada perfecto puede ser bueno, y nada malvado puede estar tan perdido. Te presente opciones, y siempre odiaste al equivocado, te di señales...pero decidiste que un lindo y dulce estudiante de medicina no podría quitar vidas si intentaba salvarlas ¿por que asumes que fui honesto con eso también?

"En su juego los que somos malos, son buenos"

Este juego nunca fue de Christopher...siempre fue mio cariño, siempre y lo creíste desde el primer momento en que te presente a el pobre Christopher, no lo tenía contemplado, era un peón más, con sus propios demonios, me aproveche de ellos y los ayude a salir, no necesitaba saber de mi, nadie excepto Jonathan, siempre fue ambicioso, sólo tuve que prometerle un poco de dinero y entrego su alma, los deseos siempre te harán caer, con el fue sencillo.

Todo marchaba bien, todo iba perfecto, hasta que el imbécil se enamoró de mi chica, la toco y la corrompio. Ella era mia..la había marcado, ella tenía claro a quién pertenecía, pero el le hizo olvidarlo, el se transformó en su droga y eso me hizo enfadar como el infierno.

Lo elimine, o eso creía...pero la mala hierba nunca muere, el muy imbécil se había enamorado, y la estúpida de Carther creyó en cada una de sus palabras ¿por que lo quiere? ¿por que? Los seres humanos suelen ser adictos al dolor, prefieren lo imposible antes de lo sencillo, sufrir por amor antes de aceptar uno puro y simple.

Carther no deja de mirarme como si fuera el demonio en persona, quiero llevarla a un lugar especial, de ella sería la decisión, o vive para mi o muere por ese idiota.

-¿Donde me llevas? Kian..por favor - sonrei al escucharla decir el nombre que invente para ella.

-No te preocupes cielo, no necesitas saberlo - miró su teléfono nerviosa, si creía que está vez escaparia de mi, estaba muy equivocada.

En un rápido movimiento intento alcanzarlo pero antes de llegar siquiera a tocarlo tome su muñeca apretando fuerte de ella, odiaba lastimarla, pero no iba a permitir que escapara de mi.

-Shh..no cielo, no llores - acerqué su muñeca a mis labios besándola con cuidado - lo siento preciosa...lo siento ¿si? No hagas estupideces Carther.. ¿tenemos que hablar otra vez?

Aparto su mano mirándome con asco, odiaba cuando me miraba así ¿no entiende que soy la única persona que quiere cuidarla? Mientras ella me cure, nada va a pasarle.

-Si me quieres...dejame ir por favor - los temblores en su cuerpo habían vuelto, quiero que este conmigo sin ellos.

-Carther...yo no te quiero cielo-sonrei volviendo mi vista a la carretera- te deseo..desear no es querer, pensé que lo habíamos dejado claro?

-Estas enfermo!- me miró con desprecio, quiero que me mire como la primera vez que nos conocimos.

-Eso es relativo cielo... Que mi realidad no sea la misma que la tuya no quiere decir que este enfermo ¿quieres llamar a Christopher verdad? -menee la cabeza sonriendo- llamalo y me encargaré de hacerlo desaparecer y está vez enserio.

-¿De-de que hablas?-

-Ay Carther, porque eres tan ...lenta - suspiré y tome un desvío hacia el bosque- ¿tu crees que tu niño bonito no sabía de mi?

-No! Estas mintiendo, el jamás me lastimaria-

-Oh...¿enserio Carther? ¿Quien crees que tuvo la brillante idea de presentarlo en tu casa, ah? Nada de lo que te ha pasado ocurrió por casualidad, ¿quien crees que le ofreció tu apartamento a tu querido padre?-

-No intentes meter a Christopher en esto, el no...no me haria esto-

-Carther...el por un poco de dinero y diversión, puede hacer lo que le pida que haga, como enamorarte por ejemplo - su mirada parecía pérdida, guardo silencio durante todo el resto del camino.

Me mostró sus debilidades, cuando tu felicidad y tu confianza depende de un ser humano, lastimarte es la cosa más sencilla del mundo, jamás transformes en prioridad a alguien que puede desaparecer tan rápido como llego...

Oscuros SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora