Tenía 9 años, era un chico normal, la felicidad a esa edad es impresionante, las responsabilidades aun no llegaban, estaba libre, pero habían detalles que apagarían aquella llama de felicidad.
Una semana antes del cumpleaños, salí con mi padre y fuimos por helado como habitualmente lo hacíamos cuando me daban mi boleta de calificaciones y estaban bien, normalmente nos íbamos en una banca frente a un parque donde se podía ver la ciudad entera, su papá nunca tenía tiempo, se la pasaba trabajando y en muy pocas ocasiones estaba con Shun, siempre tenía una sonrisa en el rostro y era muy positivo, mientras miraban aquel paisaje hermoso por primera vez hubo una pequeña conversación en el transcurso de comer el helado...
Papá-. Hijo, tienes que cumplir todas tus metas, tienes que sacar adelante tu vida, no caigas en deudas, come bien, y jamas olvides cuanto te amo, no sabes cuanto es el amor de un padre, las cosas afuera no son fáciles y menos si no te preparas
Shun-.Lo sé papá, estudiaré mucho para darles a mamá y a ti una buena casa y darles todo lo que me darán, ya verás, mientras esten conmigo nada ni nadie me detendrá
Papá-. Siempre estaré contigo sin importar que (pronuncio con una voz rota y lagrimas en sus ojos)
*A shun jamas le paso por la cabeza otra cosa más que esa era una conversación normal de padre e hijo, al terminar los helados su papá le dio una carta que especificaba que la viera hasta un día después de su cumpleaños y como todo niño, no se resistió a abrirla pero era un niño obediente asi que al llegar a casa se lo dio a su mamá diciéndole que no se lo diera por anda hasta esa fecha, todo después de ese día seguía la monotonia de un niño, iba a a escuela, jugaba y se emocionaba cada día más por el acercamiento de su cumpleaños.*
Shun-. El día de mi cumpleaños numero 9 estaba lleno de alegría porque pensaba que al llegar a casa habría una sorpresa para mi, quizá pastel, en el camino me imaginaba entrar a casa y ver mis figuras de personajes favoritos en cada rincón, ver sombreritos de fiesta, incluso un pastel, al ir a casa desde la escuela me comían las ansias de ver que me esperaba así que corrí, no me detuve aunque me llamaron por unos amigos, corrí y corrí, al virar a la esquina me sorprendí al ver policías y ambulancias rodeando mi casa, me acerque a unas personas que platicaban sobre lo que paso
Vecina 1-. Que feo lo que paso en la casa,¿ como puede ser que se haya suicidado si se veía tan feliz?
Vecina 2- Las personas sorprenden, mi mas sentido pésame para su esposa e hijo
En ese momento no paso nada por mi mente, solo camine, mis piernas estaban temblando, mis manos sudorosas, sentí un peso cada vez más fuerte al acercarme a mi casa, notaba como me veían todos, hasta que me hablaron
Policia-. ¡HIJO, SAL DEL PATIO!
Shun-. ¡Es mi casa! (grite mientras corría a la entrada)
Al entrar vi a mi padre en la camilla, apenas lo estaban cubriendo
Shun-. Papá, por qué no te levantas?, es una sorpresa de cumpleaños, verdad?, seguramente hay cámaras o algo, mamá saldrá con un pastel en cualquier momento (mientras sus lagrimas corrían por la cara)
*Un policía lo tomo de la mano y lo cargo llevándolo fuera de casa mientras shun solo forcejeaba por querer abrazarlo una vez más, él veía como su padre subía una ambulancia en camilla pero se negaba a entender que estaba muerto, en un mal movimiento del guardia shun logro escapar corriendo hasta aquel asiento donde estuvo su papá con él comiendo helado*
Shun-. ¿Por qué papá?, ¿fuí un mal hijo?, y si estabas mal por qué sonreías siempre?, no entiendo, no entiendo (mientras se golpeaba la cabeza)
*Llego su mamá y lo abrazo mientras le decía*
Mamá-. Tranquilo amor, tranquilo
*Shun solo se culpaba y gritaba por desesperación, la mamá tampoco decía algo más porque igual estaba destrozada por lo que había pasado, tomo a shun y fueron a casa de sus papás de ella.
Desde ese día shun dejo de sonreír como solía hacerlo, dejo de jugar, de esforzarse, se apago algo en él*