mr. kidnapper • markhyuck

02

A la mañana siguiente, Donghyuck se despertó de buen humor por alguna extraña razón. Sabía que pronto tendría que enfrentarse a su padre, pero no tenía miedo. No tendrá miedo mientras Mark cumpla su promesa.

Prometió dejarlo ir después de que atrapara a su padre.

Y para ser sincero, vivir aquí no era tan malo. De todos modos, es mucho mejor en comparación con su apartamento de mierda.

Donghyuck estaba luchando por el dinero y Mark lo sabía. Observó al niño por años. Vio lo difícil que era para él vivir solo después de escapar de su —hogar.

Por supuesto, Mark prometió dejar ir a Donghyuck una vez que toda esta mierda haya terminado, pero no puede dejarlo ir por completo.

Él tiene una debilidad por él.

Quiere que Donghyuck tenga una vida mejor.

No puede soportar verlo luchar.

Mark tenía mucho dinero. Tal vez incluso demasiado para él. Es por eso que quiere ayudar a Donghyuck, pero está seguro de que el niño no estará de acuerdo con esto.

Donghyuck odia a Mark. Puede que no tenga miedo, pero seguro que lo odia. Escuchó muchos rumores sobre Mark, pero no sabía que, ninguno de ellos era cierto.

Por supuesto, Mark es un imbécil de corazón frío en el exterior, ya que es el jefe de un peligroso grupo de mafia.

Pero nadie sabe sobre el verdadero lado de Mark.

El lado suave, cariñoso y gentil de él.

El lado real de Mark, que quiere a Donghyuck lentamente.

—Hola, te ves genial hoy.

Donghyuck se congeló ante la voz familiar. Estaba dibujando algo en el cuaderno de dibujo que les pidió a los guardias que trajeran.

Pero no quería que Mark viera sus dibujos, por eso cerró el libro rápidamente y se dio la vuelta para mirar al mayor con una leve sonrisa.

—Se supone que no debes acercarte a la gente de esa forma. Además, me veo bien todos los días, muchas gracias—. Dijo descaradamente y se dio la vuelta, escondiendo su cuaderno de bocetos en un cajón.

—Es tu culpa por dejar la puerta abierta y sí, te ves bien todos los días, pero hoy te ves extremadamente bien. ¿Sabes por qué?— Mark susurró la pregunta y se acercó detrás de Donghyuck, inclinándose para susurrarle al oído al chico. — Porque la ropa que llevas puesta es mía.

—Lo sé. Huelen a ti y son un poco grande para mi.

—¿Huelen a mí?

—Huele a gel de ducha de menta y cigarrillos.

—¿Cómo sabes qué gel de baño uso?

—Mark, ¿eres tonto o tonto? Literalmente estás encima mío, puedo olerlo.

—Ugh bien. Vayamos al sótano. Tenemos que hacer que parezca que en realidad fuiste secuestrado.

—¡Hola! Mi nombre es Yeri y estoy aquí para maquillarte.

—¿Qué mierda? ¿Maquillaje?

Mark suspiró, pero no pudo evitar soltar una risita suave. ¿Cómo puede alguien verse tan lindo mientras está confundido?

—Es como el maquillaje de efecto especial. ¿Sabes cómo convierten a las personas en zombis en las películas? Bueno, ella hará que parezca que te golpearon.

—Ohhh... Bueno, empecemos, ¡suena divertido!

—Y... ¡Listo!— Yeri dijo y aplaudió emocionada mientras miraba su obra maestra.

Donghyuck de hecho parecía que hubiera sido golpeado. Sangre falsa y hematomas.

Mark le tomó una foto y se la envió al padre de Donghyuck, diciéndole cómo lo secuestró y esas cosas.

Ahora todo lo que tenían que hacer es esperar y ver qué sigue.

—No le importo. ¿Qué te hace pensar que vendrá?

—No le importas, pero está enojado contigo por huir. Quiere matarte por eso. Quiere matarte por negarte a asumir su trabajo. Por eso solo estoy fingiendo tu secuestro.

—¿Por qué exactamente lo estás fingiendo?

—Para protegerte de tu propio padre.