el poder de la naturaleza (Tratie) TERMINADA

comienzo de una pesadilla

Katie PV:

Jamás pensé terminar así, llorando entre arboles, recordando cuando salí de la  enfermería que las plantas me seguían, enredándose en campistas y cosas cercanas, miradas de rabia, y  miedo, desde entonces estoy en el bosque, dentro de una cuevas oculta por hojas de interior recubierto por hojas que “he producido” puesto que salieron entre las grietas, mi hermanas se fueron, mis únicas amigas, ahora ¿Las plantas tomarían sus lugares?

— ¿Qué debo hacer?—no sé el tiempo llevo en la cueva, no me importa, quiero desaparecer, irme con mis hermanas, no pude impedir los recuerdos de ellas, soltando risitas que se convertían en llanto desbordado, no sé cuándo ni cómo pero comienzo a dormirme, sintiendo las plantas acariciándome y las hojas como una manda para abrigarme, además de los horribles sueños mestizos.

Me encontraba en una sala casi a oscura, iluminada por… ¿lava?¿donde se supone que estoy?¿Que hago aquí? No pude sumirme mucho en la duda porque el golpe de una puerta irrumpe en el silencio y con él una voz algo conocida

— ¿Qué hacen? Trabajen flojas, sino lo hacen por la buenas, entonces por las malas—entonces via a dos chicos —quiero uno de los ingredientes para hoy—dijo uno de ellos, con pelo rubio ceniza, delgado con el peto y pantalones normales, junto con un cinturón con una daga que brillada en la oscuridad, ¿es…Octavian? Estaba en la Guerra, ¿Cómo llego aquí? ¿Con quién habla?

— ¿sigues creyendo que te ayudaremos?—era la voz de Miranda, no, imposible, ella esta…muerta— ¿ayudarte para vengarte del campamento?—¿vengarse del campamento? ¿Ingredientes? tenía que ver que ocurría, pero me lamente por ello, porque justo en ese momento otro chico, con pelo negro y la puntas pintadas de verde oscuro, y tez blanca, se acerca y le pega a Miranda con un látigo, mientras mis demás hermanas se encogían de miedo.

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¿Enserio justo ahora tuve que despertar? Cuando solo tenía más dudas, como odio los sueños mestizos; no pude estar mucho tiempo sumida en mis pensamientos, porque comienzo a escuchar a alguien que me llama, así que decido salir de mi escondite, y me encuentro con ¿mi mama?

— ¿mama?, mama, por favor ayúdame, no entiendo que sucede

—vine a advertirte, tendrás un papel importante, no puedo decirte más, pero tengo algo para ti, espero que te sirva—y desaparece dejando aroma a flores y cereal, ahora ocupando su lugar hay una cajita color verde y con listón; tiro del listón de tela, y dentro me encuentro con una pulsera, con 6 dijes, el primero con forma de arco, el otro de daga, el tercero era una espada cruzada con una lanza, el cuarto con forma de bolsita anudada, el quinto una mochila y el ultimo una hoja;  poso mi mano en el que más llamo mi atención, el arco, lo froto para limpiarlo, y sin poder creerlo ahora sostengo en mi mano un arco.