Boruto se apresuró a bajar los escalones de la torre del Hokage, aliviado de que su misión finalmente había terminado. Su padre lo había despedido, así como a Sarada y Mitsuki. Konohamaru ha ido visitar a su tía Hanabi. Después de todo él y ella tiene una relación.
Pero el Uzumaki ahora no importaba sobre la relación de su maestro y su tía. Ahora el pensamiento de Boruto, mientras se alejaba del edificio. Quería encontrar a Sumire lo antes posible, para hacerle saber que había vuelto de su misión. Su equipo había regresado antes de lo esperado, principalmente debido al hecho de que él había insistido en que corrieran de regreso a Konoha tan rápido como pudieran. Simplemente no podía soportar estar lejos de Sumire más de lo necesario, y había pensado en ella sin parar desde que se había ido a su misión. La echa de menos, la extraña, deseaba estar a su lado.
—¿Donde podría estar? —se preguntó mirando a su alrededor—. Oh, tengo una idea.
El pelirubio activó el jogan, lo que le permitió en ver el chakra y descubrir dónde estaba exactamente Sumire. En cuestión de segundos, tuvo su respuesta y con entusiasmo se dirigió hacia la dirección de donde provenía el chakra.
Boruto se abrió paso por la aldea, moviéndose rápidamente, pero con cuidado de no chocar con nadie. Estrechamente echó de menos encontrarse con un poste. No tardó mucho en encontrarla y sintió que su corazón se disparaba cuando la miró. Sumire estaba parada a unos treinta pies de distancia, sin darse cuenta de su presencia mientras se tomaba un momento para buscar algo en su bolso. Llevaba un vestido morado pálido sin mangas con una blusa blanca de manga larga debajo, acentuando sus curvas femeninas sin ajustarse demasiado. Su cabello se movía elegantemente con la suave brisa. Boruto no podía superar lo hermosa que se veía. Sin perder otro momento, se dirigió hacia ella, esbozando una gran sonrisa cuando ella levantó la vista y se encontró con su mirada.
—¡Sumire! —la llamo, mientras entraba y salía entre unos pocos aldeanos, murmurando disculpas incómodas mientras se acercaba a la chica.
Sumire sonrió felizmente.
—¡Boruto-kun! —un segundo después, estaba cara a cara con el ninja hiperactivo.
El pelirubio inmediatamente se inclinó para besarla, ahuecando suavemente sus mejillas en sus manos cuando sus labios encontraron los de ella.
—Te extrañé. —dijo Boruto una vez que rompió el beso, mirándola a sus bonitos ojos color violeta. Parecía tan pequeña cuando él se alzaba sobre ella, y pensó que es linda cómo tenía que inclinar la cabeza casi hacia atrás para mirarlo.
Sumire agarró ligeramente su chaqueta para estabilizarse, un ligero sonrojo en sus mejillas.
—Yo también te extrañé. Me alegra que hayas vuelto Boruto-kun.
—Yo también. Ahora puedo pasar un tiempo muy necesario con mi hermosa novia. —dijo con una sonrisa coqueta antes de plantar un beso en su frente.
La había extrañado mucho. Solo se había ido por unos días, pero se había sentido mucho más tiempo.
—Bo-Boruto-kun… podrías apartarte un poco? Nos están mirando. —Sumire notó las miradas de las personas que pasaban, observando la linda pareja.
Boruto levantó su cabeza, y vió que los aldeanos los miraban con una sonrisa. En especial las mujeres.
—Solo ignorarlos, es normal que hay parejas en las calles haciendo ésto en público 'ttebasa. —explicó Boruto con una sonrisa.
—Por favor, es que me muere vergüenza. —pidió su novia avergonzada.
—…Muy bien… —Boruto se aparto de Sumire. Para después alzar su voz y decir—. Oigan, podrían dejar de mirar hacia acá. ¿No ven que están avergonzando a mi novia?
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~Solo Ámame a mí~
FanfictionBoruto nunca se dio cuenta de cómo otros chicos miraban a Sumire. Ahora que ella es su novia, sin embargo, es demasiado obvio. Eso no augura nada bueno con el ninja hiperactivo. Él quiere demostrarle a Sumire lo mucho que la ama. Y pasar un día agra...