Poema 11

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Ahí estas, en la antesala de tu conciencia. Desde allí se ve tu aura cambiar de colores. Constantemente, rapta imágenes de caminos que son difíciles de transitar. Se atornillan, giran, se multiplican y su piel fría coagula el hechizo de tu conjuro.

Ella, tu conciencia, se adueña de ti... y tú, te adueñas de todo. Te adueñas del desvelo, que delinea mis pasos. De esa piedra que no quiero pisar y tropiezo a pesar de las intensiones. De esa maraña de ciclos que es tu vida y que me deja sin aliento. Del aliento, que forma parte de mi respiración y sin más... sujeta mi hálito a tu aura.

Ahí estas, en esa  antecámara

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Ahí estas, en esa antecámara. Tratando de desatarte de los ángeles revelados de tu alma. Naufragando en la condena de lo prohibido. Crees que todo viene de mí y maldices, pero en realidad... está en tu interior. Y estrellándose en ese mundo que simula otro mundo se absorbe tu aura para refugiarse en mí. 

Espejos Convexos    y otros PoemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora