Alfa [HopeGa]

Único

Raro.

Raro era como Min YoonGi se sentía al tener que ayudar a su novia con sus celos. Extraño, fuera de lugar.

Y un momento, no es porque su novia fuera fea o porque no la quisiera, no, no, nada de eso.

Su novia era una hermosa omega rubia con mejillas regordetas y ojos adorables, labios pequeños y abultados, inocente y tierna, con aroma a granola y miel.

Demasiado dulce para él.

Porque a él le gustaban los aromas fuertes y llamativos, que hicieran que sus sentidos se perdieran.

A él le gustaba el aroma a naranja y brandy que HoSeok tenía.

HoSeok, su amigo alfa.

Y eso era un gran problema, vaya que lo era; porque él ya no quería estar más rodeado del aroma de JiSehyo, él ya no quería tener sexo con su novia porque no le gustaba tener que hacer todo el trabajo.

El ya no quería estar frente a HoSeok y fingir que nada pasaba dentro de él cuando claramente quería estar escondido en su cuello, aspirando su aroma mientras estaban recostados en su cama en total silencio.

No quería fingir que no tenía ganas de besarlo hasta descubrir por qué era tan difícil dejar de ver sus labios.

Porque él quería estar con HoSeok, él quería su olor a Preticor, café y whisky en el pelinegro y el aroma a Naranja y Brandy del menor él, eso era lo que quería.

Pero eso no iba a pasar.

Así que terminó con su novia.

Pero eso no cambió nada.

Porque él seguía sintiéndose extraño cerca del pelinegro, el seguía queriendo algo que no iba a obtener ni en sus sueños.

Así que hizo como que nada pasaba.

Hasta que un día una grandiosa idea entró fugazmente a sus oídos.
Pero él atesoró el recuerdo en lo más profundo de sus memorias.

Escondido como si tuviera pena de que alguien lo viera.

- Supongo que... me gusta la lencería, sí - Dijo HoSeok, siendo escuchado por su pequeño grupo de amigos, donde obvio estaba incluido él. - Digo, me gusta que la usen para mí - Explicó correctamente.

Eso era lo que el menor había dicho acerca de la pregunta que habían hecho "¿Tienes algún fetiche?" ¿A ellos qué mierda les importaba? A él le interesaba, pero le molestaba que otros preguntaran.

Esa misma tarde el pálido fue a su casa con todas las dudas que tenía, disparándose en su cabeza, todas las inseguridades terminando con su dignidad y autoestima, todo ese amor que sentía destruyendo su poco razonamiento.

Estaba totalmente acabado.

Jodido.

Y se dió cuenta de ello cuando se vio en el espejo de cuerpo completo de su habitación con esa ropa interior femenina que había comprado días después de la confesión de HoSeok.

¿Qué estaba haciendo?

Las lágrimas llenaron sus ojos y frunció el entrecejo, sintió asco.

Sintió asco de él mismo al descubrir que le gustaba el contraste de su piel con el encaje negro que rodeaba sus caderas, le gustaban las medias que cubrían sus delgadas piernas hasta sus muslos y se conectaban con una liga a las bragas que tenía puestas.

Así que lloró.

Lloró como no lo había hecho en años, porque había descubierto que era aún más raro de lo que había pensado ser.