Los Mensajes

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Cada estado de Venezuela se encontraba en sus actividades del día, sin pelear ni discutir entre ellos lo que parecía algo ciertamente raro tomando en cuenta la actitud que estos jóvenes tienden a tener unos con otros.

El teléfono de Caracas vibro, este se quito los audífonos y vio la pantalla para ver de quien era el mensaje.

"Tienes dos mensajes de un número desconocido " Caracas miro extrañado la pantalla, eso no era normal muy pocas personas tenían su número, de mala gana lo leyó decía:

"Chiaves vive"

Santiago rodó los ojos, si era una estúpida broma de sus hermanos los iba a matar.

"Camarada caracas te keria desir k stas invitadisimo a miraflores pa échate unos palitos con el evo y castro ya k el putin no quiso venir, te esperamos"

-¡Barinas, chavista e mielda ve a acá!- el grito atravesó toda la casa hasta llegar a los oídos del moreno.

-¡No me vuelvas a decir así, becerro!- respondió con otro grito el moreno.

-Si guevon, no me digas que tú no le diste mi número al burro ese coño e madre-

-Yo no fui-respondio salido de su cuarto para encarar a Caracas.

Sucre que iba caminando por ahí aprovecho para también decir:

-Pues también le debió dar mi número a la jeta e bagre  por que no deja de joderme- saco el teléfono y enseño un mensaje.

"Negro bello no querrás tomarte un cafecito conmigo?"

-Zape gato- murmuraron los 3 asqueados.

Portuguesa toda despeinada por haber estado toda la noche trabajan se metió entre sus hermanos.

-Ya dejen de gritar, comportense por una vez-

-Bueno entonces que este hijueputa deje de andar de vieja chismosa- recriminó Caracas.

-Que yo no fui y tampoco soy chavista- chilló el muchacho.

-Pues pa eso no tenga teléfono y listo- hablo Amazonas con un tono de voz neutral.

-Sisas- comentó Cojedes.

-¿Ay si? como si todos nos la pasáramos todo el día entre el monte como ustedes- comento la Zuliana.

-¿Ustedes que hacen aquí chismosas?- gruñe Sucre.

-Mire quien habla el primer metido- respondía la guajira.

-Ay ya estamos hablado de que Barinas es chavista y nos quiere convertir- riño el caraqueño.

-Bueno tu eres un tuki y nadie dice nada- respondió el moreno.

Golpe bajo para Caracas.

-Chupate esa-se río el zuliano.

-Bueno es mejor ser tuki que chavista-

-Oye a mi también me llego un mensaje- hablo Nueva Esparta con el teléfono en alto.

-¿Que dice?-pregunta Cojedes.

" Hola habla el diosdi, chama grasias por emprestarme una de tus playas para la rumba, camarada, lastima que tuvimos que dejar toda la basura botada ya que los la ultra derecha no deja trabajar"

-Si la basura se debería encargar el gobernador chavista coño e madre
- se quejo la de cabellos rizados sacando una gran bolsa de basura-Ahí te voy playita- salio corriendo por el pasillo.

-Ok... - murmuró Caracas-Bueno alguien debe de estar dándole nuestros números de teléfono-se cruzo de brazos y miro a todos con sospecha.

-Hay un traidor entre nosotros- comento con sospecha Cojedes que agarro a Barinas de brazo y lo olió-hueles a patria-

-Échate pa ya mujer, si yo fuera chavista no lo ocultara se lo dijera a todo el mundo- dice con orgullo el llanero.

-Es verdad, Barinas no es ningún mentiroso. Además eso no es lo más importante ahora ¿que les van a decir?- pregunta mirando a Sucre y Caracas.

-Nada- gritaron los dos con asco.

-Chamo si no les responde van a seguir jodiendo-penso la de cabello chocolate.

-Yo digo que hagan lo que hizo mami- recomendó la zuliana.

-¿Que hizo ella?-pregunta con interés Caracas.

-Boto el teléfono y se compro otro- respondió como si fuera la idea más inteligente. Ambos estados afectados rodaron los ojos.

-Simplemente voy a bloquearlo--murmuró el caraqueño pero Sucre negó con la cabeza.

-No sirve pa nada, es la quinta vez que bloqueo a esta vieja- respondió cansado el caribeño.

-Repito ¿pa que tiene teléfonos?- hablo Amazonas retirándose del lugar.

-Amargada- se burló la de cabellos negro siguiendo por el pasillo.

En eso a Caracas se le ocurrió una idea.

-Ay ya se- grito Santiago alzando las manos.

-¿Que sabes?- pregunta Portuguesa.

-Hablemos con Tachira, es un coño e madre amargado con talento para espantar a quien lo joda-

-Bueno vamos pa ya- comentó el de Sucre.

Ambos estados entraron son tocar la puerta consiguiendo al estado gritándole al teléfono.

-¡Mira hijueputa donde me vuelvas a llamar te voy a cortar la bolas con un cuchillo de plástico y después hago que te las comas y cuando las vomites te haré bañarte en esa mierda!- colgó el celular y miro a sus hermanos.

-Cuante delicadeza- comentó un asqueado Caracas entrando sin tocar a la habitación.

-¿Que carajos quieren?-respondió con furia y se cruzo de brazos.

-Ay hermano ¿no podemos pasar solamente para saludar?-comentó burlesco el sucreño.

-Si aja y chiaves fue mejor que Perez Jiménez- murmuró.

-Si ya todos sabemos que te excita el calvo, ahora has algo productivo por la patria y manda a comer mierda a este mamaguevo- le pidió Santiago poniendo el teléfono en toda la cara.

Tachira tomó el celular entre sus manos y empezó a leer el mensaje.

-Que peo- se quejo y empezó a escribir.

Después de enviar el mensaje tomó el celular de Sucre e hizo lo mismo.

El mensaje para maduro decía:

Querido dictador de la república, no se que me ofende más que usted crea que me pueda invitar a algún evento con gente de su calaña o que me escriba con esas garrafales faltas de ortografía pero después de todo como habla debe escribir.

Por cierto Chavez esta muerto.

Y para Delcy escribió:

Ni por qué fueras las bella miss Venezuela me metería con alguien como tu, debes tener un maldita cloaca en el corazón para decir tantas mentiras.

-Acabo de hacer lo que toda Venezuela querría- comentó con orgullo.

-Gracias- saltaron los dos.

-¿No pudieron haberlo echo ustedes? - dijo un poco extrañado.

-Lo que pasa es que eres el personaje favorito de la escritora y necesitaba una excusa para meterte-

-Tiene sentido- asiento Tachira.

... Mientras tanto en otro lugar de la casa.

"Hi Washington, soy Donald ¿como que a ido?"

El celular se hizo pedazos sobre la cabeza de Alfred cuando el menor lo lazo por la ventana.

[latinhetalia] Viaje familiar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora