CAPÍTULO 11

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    Borja llegó lo más rápido que pudo, cogió las llaves pero de los nervios no pudo encajarlas, estuvo durante minutos igual hasta que intentó relajarse. Respiró profundamente y apoyó su cabeza en el marcó de la puerta intentando pensar.

     Solo un rato antes estaba trabajando normal, como si nada pasara hasta que Samuel lo llamó diciendo que estaba en su casa con Raúl llorando sin parar.

    ¿Qué podría ser, otra vez una crisis por Daniel? ¿O dudas antes de la boda? Ojalá fuese lo primero, pensó egoistamente... Estaba tan harto de todo el dolor que su pareja solía sentir, no sabía cómo sobrellevarlo.

     Conseguido ya tranquilizarse abrió la puerta, la escena era horrible, su pareja en el suelo llorando con la cabeza entre las piernas mientras no paraba de temblar, miró a Samuel que se encontraba aterrado.

- ¿¡Samuel qué ha pasado?! -

- Pues Borja yo... - quiso decir pero Raúl se puso de pie como pudo y le dio una cacheteda con todas sus fuerzas a su prometido.

     Hubo un silencio muy incómodo y tenso, Borja estaba anonadado con la mejilla ardiendo del dolor, le había pegado fuerte.

- ¿Pero qué he hecho...? - preguntó susurrando.

-¡¿Cómo?! - preguntó Raúl empujando a Borja, mientras las lágrimas no dejaban de bajar por su rostro. - ¡Sinvergüenza! ¡MENTIROSO!

- ¿¡PERO QUÉ TE PASA!? - preguntó gritando harto de los empujones de su prometido. Ambos se quedaron mirando fijamente, en los ojos de Raúl podía sentir decepción, dolor, miedo. Sentía miedo. Y odio, igual que cuando hablaba de Isma.

    Samuel, sintiendo que había hecho mal, quiso irse para dejar intimidad, ya había hecho suficiente. Había causado él todo ese esquema, cuando salió de la habitación, los vecinos habían abierto la puerta intentando escuchar mejor.

"¿La mejor pareja del bloque están discutiendo?"

    Se cuchicheaban entre ellos mientras el hombre intentó evitar que los vecinos de sus amigos le hablasen y se sentó en las escaleras, esperando.

- ¿Por qué Borja? - Raúl no paraba de llorar pero ya había dejado de empujarle, simplemente estaba de pie ocultando su cara, para que no lo viera llorar.

- ¿Por que qué? ¿Qué se supone que he hecho? - preguntó confundido, ojalá no hubiera intentado entrar, ojalá se hubiera quedado todo en esa mañana perfecta donde estuvieron felices juntos.

- Tú mataste a Dani, tú nos maltrataste, te burlaste de mí... ¿Siempre te has burlado de mí? - susurró, suficientemente alto para que su prometido escuchase, ya se había pasado la furia, ahora sólo se podía ver la decepción y el dolor de sus palabras, cada cosa que decía de sus labios, sonaba a puro dolor.

- ¿Cómo...? - Raúl cogió las fotos y el móvil que le había dado Samuel y se lo tiró con furia a Borja, que comenzó a verlo todo. Se quedó callado, sin poder decir ninguna palabra. - Cuándo dije que Guille me maltrató, pudiste decírmelo. Que estabas tú, quizás te hubiera perdonado. Pero ahora que sé que eres parte de la muerte de Dani, yo...

     Raúl se tapó la cara y Borja por fin reaccionó, comenzó a respirar rápidamente mientras sus ojos se volvían rojos, estaba apunto de llorar.
     Quiso acercarse a Raúl pero este lo empujó cuando estuvo más cerca de lo que quería. Borja no quiso insistir, no quería que se fuese.

- Te prometo que cambié, ya no soy el mismo. He cambiado, me volví una persona mejor, te amo, como nunca he amado a nadie por favor no me abandones, quédate conmigo.

- ¿Desde cuándo sabes quién era? - Borja se quedó callado. - Joder, Borja, ¿desde cuándo?

- Desde que te conocí. Sabía quién eras. Pero te prometo que nunca pensé que mi accidente provocó el de Dani... - pensó y soltó sin querer.- Bueno...

    Raúl arqueó una ceja mientras Borja no podía verlo a los ojos de la vergüenza que sentía.

- ¿Bueno?

- Lo de Daniel lo supe en la boda de Samuel y Rubén.

  Raúl se quedó paralizado, mientras se frotaba los ojos con la mano, esa conversación era las más dura que había tenido que sufrir jamás, sentía dolor. Dolor, dolor, dolor, dolor. Dolor y decepción.

- ¿Me pediste matrimonio sabiendo todo? - Raúl comenzó a hiperventilar de nuevo, Borja quería ir y abrazarlo.

- Quería empezar una nueva vida.

- ¡Hijo de puta! ¡PUDISTE DEJARME SER FELIZ! Pudiste... - Raúl se puso de cuclillas en el suelo con las manos en la cara, sin dejar de gritar. Miró el cuarto que compartía con su prometido... Bueno prometido, que palabra más relativa.

- Te amo Raúl, por favor. - Borja comenzó a llorar desconsoladamente cuando se acercó a Raúl, que no quería ni verlo.

- No... No. No te creo. No...si has cambiado perdiste toda oportunidad cuando no me dijiste lo de Dani cuando lo sabías. No puedo, no... - el chico fue a la cocina y se tomó una pastilla para la tensión junto a un vaso de agua para relajarse. Mientras Borja no podía dejar de llorar y ver al amor de su vida.

   Sabía que iba a perderlo. Eso le pasaba por no decirle la verdad, por ocultarle las cosas, por haber sido un cabrón.

    Hubo un silencio muy incómodo por un momento, Borja no dejaba de mirar a Raúl que estaba en la cocinado apoyado. Lo único que le consolaba era que su pareja había superado un poco el ataque de ansiedad.

- Yo te amo Borja. - esas palabras relajaron los músculos del susodicho. - Pero... No puedo perdonarte. No puedo casarme contigo. No puedo casarme con la persona que lleva mintiendome un año y varios meses.

     Raúl con cierta delicadeza se quitó el anillo y se lo dio a Borja, sin querer tocarlo mucho, sentía... Asco, casa vez que se acercaba mucho a su "prometido".

     Borja se negó a coger el anillo durante un rato, hasta que la dura mirada de su pareja le obligó a hacerlo.

- Por favor, no... No, no, haré lo que sea para que me perdones, cambiaré más. - Borja abrazó de improviso a Raúl que lo alejó de él rápidamente.

- Ya has cambiado, solo espero que puedas tener una relación que no sea tóxica, que sea sincera y real, y que te ame un mínimo como te amo yo. - Raúl se fue de la casa no sin coger el móvil y las llaves del coche.. Y miró a Borja antes de abrir la puerta, el mayor estaba llorando con los ojos totalmente apagados. - Le diré a Rubén que venga a por mis cosas, quédate con el piso si quieres, este me trae muy malos recuerdo.

    Y como llegó a su vida, se fue de ella. El amor de su vida lo había dejado. Aunque Borja no lo veía como una ruptura, volvería a ganarse la confianza de su amado. Aunque tardase meses.

    Samuel vio salir de la casa a un Auron con la nariz y los ojos rojos de haber llorado tanto y lo siguió en silencio, estaba detrás de Auron y entraron juntos en el coche. El chico parecía mantener la compostura en ese momento. Siempre le sorprendía lo fuerte que era.

    Cuando llegaron al coche, por instinto Raúl abrió el maletero, donde vio las flores blancas. Se mordió el labio inferior antes de volver a llorar desconsoladamente. Pero estaba Samuel estaba a su lado, abrazandolo.

    Ni Rubén ni él iban a dejarlo solo sufrir por todo. Lo peor es que en sólo unas veinticuatro horas se acababa el año.

     Borja estaba en el piso que una vez compartió con su prometido, se fue a su cuarto, la cama grande, donde él le dio el primer beso. Se tapó la boca roto de dolor.

     Prometía por todo lo que amaba que iba a recuperar a su Raúl, aunque tuviera que vender su alma al diablo.

CONTINUARÁ.

YA TE CONOCÍA. // Luzuplay. [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora