—Le recuerdo que aquí, el que hace las preguntas soy yo —dijo Kwon Minseok, manteniendo el tono de su voz "tranquilo" aunque un poco alto.
—Min, cálmate. Ya lo hablamos. Mantén la compostura —dijo el director Park, por el apuntador.
El sujeto, el entrevistado, lo estaba haciendo sentir incomodo apropósito. No dejaba de interrumpirlo. Convertía sus respuestas en preguntas con la intensión de desestabilizar al periodista más serio de Corea: Kwon Minseok.
El tipo, un famoso escritor, con solo dos libros y otros a punto de ser lanzados, se había convertido en el best seller más aclamado por hombres y mujeres –sobre todo mujeres– en varios continentes del mundo; a la multitud le agradaba su personalidad pedante, ególatra y nada modesta, respaldada por relatos crudos, pasionales y escandalosos, que sobrepasaban cualquier moral. "Moral", que personajes de la esfera, como Minseok, no toleraban.
Por más que Kwon se negó, al final fue obligado a hacerlo: entrevistar un marica, frente a un público en vivo y en directo.
Según Park, el canal enfrentado estaba evolucionando, y Byun, un periodista joven y fresco, se les estaba llevando todo el rating. Kwon, cada día tomaba más fama de misógino, retrograda y homófobo. Una actitud que representaba muy bien la educación coreana profunda que tenía; había estado bien por unos años. Todo lo que decía se tomaba como acertado, pero el mundo ahora estaba dispuesto a tolerar menos y cuestionar más: así que, o cambiaba, o lo cambiaban.
La necesidad de audiencia, llevó a la cadena de televisión a hacer ojos ciegos a si el entrevistado era o no, una persona ejemplar. Si Kim Jongdae, aseguraba el raiting, el tipo podía parase en las pestañas si quería.
—Si hubiera hecho bien su trabajo —dijo Kim Jongdae, poniendo un tobillo por sobre su rodilla e inclinándose de lado para sostener su mentón—, sabría que mi encanto, aparte de las obras maestras que escribo claro, es que soy de todo menos prudente. Es mi estilo ser así. Mis fans son lo primero, nunca decepciono.
Como acto provocativo, hizo un guiño a la cámara, y con eso avivó el fuego de euforia que había en el set; el público estalló en gritos y aplausos.
Minseok se recordó, que él nunca perdía los estribos. Con una ceja, involuntaria, en alto, revisó la siguiente pregunta en su tablet. Sentía la mirada del hombre sobre él. Solo los separaba un escritorio, pero al parecer no era distancia suficiente.
Mientras la producción controlaba a los fanáticos presentes. Se acomodó mejor en su sillón y atacó
—¿No cree que es usted, un poco vulgar?... En su lenguaje —aclaró Minseok, ante la mirada de ofensa.
Algo en los ojos de Jongdae, titiló.
—Palabras como, coño, polla, follar, suelen escandalizar a la mayoría de la gente, gente como usted. Pero debe saber, que son las palabras claves para calentar cualquier coño o polla. La gente a veces no sabe lo que necesita pero lo pide a gritos, yo les doy eso. Doy un placer imaginario —Jongdae, sonriendo, sosteniendo la mirada y relamiendo un poco sus labios, contra atacó: —¿Al menos leyó alguno de mis libros para esta entrevista? ¿Un párrafo, talvez? —Minseok, con desagrado en sus ojos, asintió—. Dígame entonces: ¿Se le endureció la polla?
Más vitoreo del público.
Kwon, fue incapaz de controlar ese tic en su parpado. Inhaló lento, pero el gesto no pasó desapercibido para Kim.
—Si logré eso en usted, estoy satisfecho... —se regodeó en su asiento.
—No te dejes provocar. Sigue con las preguntas, Min. Por favor —Park con voz preocupada, "dijo" en su oído. El disgusto –casi asco– del periodista se notaba cada vez más.
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Provocado - Serie [TR] II Xiuchen
Fanfiction¿Qué ama Minseok?... la tranquilidad de su trabajo. A su programa de entrevistas, llega ese personaje al que nunca creyó tener de frente. Un hombre, que con su presencia, hace tambalear su sensatez. Como periodista, en su papel profesional, se ha de...