We're looking for something dumb to do

1.1K 156 48
                                    

Rubius estaba nervioso. Lo más nervioso que había estado en su vida y Vegetta nada que llegaba para calmar sus nervios.

Estaba esperándolo en la casa del árbol, ese día se cumplía un año desde que Lolito lo había secuestrado, que sus amigos lo habían rescatado y que finalmente Vegetta y él habían confesado como se sentían sobre él otro.

Las cosas en Karmaland habían cambiado mucho desde ese día.

Luzu finalmente se volvió alcalde luego de que Alex descubriera que los votos de las elecciones habían sido alterados, Willy decidió volverse su concejal para evitar otra situación de control de poder como la que paso con Lolito (este cumplía con una pena de 5 años de cárcel)

Y Rubius, por su parte quería pedirle a Vegetta que se casaran. No sabía si era demasiado pronto o no, llevaban un año juntos y las cosas iban más que bien

La boda de Akira y Nieves (hacía un mes atrás) lo había dejado cálido por dentro mientras veía a Vegetta en traje, sujetando su mano con fuerza y luego riendo mientras intentaban topemente bailar y se había quedado con ganas de sentirse así por siempre, sospechaba que Luzu sabía de sus planes porque en la boda de las chicas se había acercado a él con ojos llorosos y lo había abrazado con fuerza. Había soñado durante semanas con campanas de boda y trajes blancos.

Así que había decidido pedirle que se casaran.

Pero Vegetta no llegaba y él estaba a punto de mandar sus planes a la mierda.

Espero una hora más y como su novio no apareció decidió apagar las velas, guardar la comida e irse a casa. Vegetta se podía ir a la mierda la verdad.

-Es nuestro aniversario- murmuró molesto mientras se quitaba las botas y las tiraba en la entrada sin importarle el regaño que Vegetta siempre le daba cuando hacia eso- Es mi puta casa de todas formas y ¡ÉL OLVIDO NUESTRO ANIVERSARIO!

Sus perros saltaron ante el grito y se colocaron en posición de ataque, Rubius les silbó para que se calmaran y comenzó a caminar a su habitación murmurando insultos entre dientes hacia su novio.

Entro a su habitación y se quitó la camisa con rudeza, la arrojo sobre una silla provocando que lo que estaba apilado ahí se cayera al piso.

Maldijo una vez más antes de comenzar a recoger todo, su mano se encontró con un objeto que había borrado de su mente hacía meses.

Sonrío con maldad.

Tenía un plan.

...

Vegetta sabía que iba tarde, había quedado hacía más de dos horas con su novio para cenar, pero por estar ayudando a Willy y a Cristina con el invernadero se le había pasado el tiempo, pero es que estaba tan emocionado por su futura ahijada que no podía no ayudar a recolectar las frutas que tenían antojada a la futura madre.

Así que ahora iba corriendo.

Tenía el presentimiento de que estaba enojado, él lo estaría, odiaba cuando la gente llegaba tarde y le había reclamado a Rubius varias veces por hacerlo así que, si estaba enojado con él, lo aceptaría.

(También sabía cómo quitarle el enojo rápido, pero no quería probar su suerte.)

Llego a la casa de Rubius, dejo al caballo en el establo y camino con nervios a la puerta, uso la llave que le había regalado hacía unos meses y cuando entro espero los gritos que nunca llegaron.

Los perros se acercaron a saludarlo con ganas y les acaricio las orejas mientras intentaba escuchar donde podría estar su novio, al no escuchar nada dio un recorrido rápido por la casa oscura hasta que finalmente vio luz en la habitación principal. Sonrió y camino a la puerta para luego abrirla.

If I Could Tell HimWhere stories live. Discover now