“La belleza está en los ojos de quien la mira”
Segundo día de clases, caminaba con la mirada gacha puesta en el suelo mientras sostenía de forma fuerte mis libros y cuadernos para que si alguien intentara empujarme nada se cayera.
Oía los murmullos y las miradas de todos sobre mi, no veía la hora en que finalmente llegara hasta mi casillero para salir de allí lo antes posible.
Sobre él no hemos vuelto a cruzar palabras, no lo vi hoy en lo que va del día, sólo ayer cuando iba saliendo de la escuela, más nada. Tampoco planeo hablarle, he aprendido que muchas veces es mejor guardar silencio a que alguien más se aproveche de eso y termine por humillarte.
Por ser la nueva tenía diez minutos para acomodar mis cosas, esta era la quinta hora y el piso de arriba debe de estar vacío, mientras que aquí la gente aprovecha para hablar cualquier cosa de ti.
Justo cuando llegué llevé mis manos temblorosas al candado del locker para introducir lo que traía en mis brazos. Cualquiera que me viera pensaría que tengo parkinson.
Hoy amanecí un tanto indispuesta, pues me tocó dormir afuera de la casa sobre el jardín durante la noche y ayer hacía bastante frío.
—Ey tu, zorrita... Si tu misma, la que me está viendo —gritó la voz de una chica a mi derecha haciendo que voltee a verla, bueno, a verlas
—¿Quién te crees? —preguntó una chica de cabello rosa
—No sé de qué hablas
—Ay vamos, no seas tan tu por favor, ¿crees que por ser la nueva tendrás privilegios? pues déjame decirte que te equivocaste de escuela y de lugar escoria de porquería —se acercó más hacia mí el cuerpo de una rubia bastante alta a pesar de usar plataformas
Mientras retrocedía sentí las manos de la otra tipa sujetando con fuerza mi cabello —¿Qué traes aquí eh ratita? —una de ellas abrió mi casillero botando todo lo que había adentro haciendo que caiga al suelo
Luego ambas rieron —Ay por favor, mira la rara tiene una biblia con cosas cursis y estúpidas como ella
—No es una biblia, es un libro ¿o acaso eres ciega?
La rubia le hizo un ademán a la que estaba detrás de mí para que sujetara más fuerte mi cabello haciéndome mirar hacia arriba, luego sentí como el aire abandonó mi cuerpo y un dolor agudo se instaló en la boca de mi estómago.
Ni siquiera el llanto quería salir en ese momento porque solo pensaba en respirar. Sin fuerzas caí al suelo de costado sosteniéndome de mis manos, pero otra vez sentí esa fuerza tirar de mi cabello.
—¡repite de nuevo lo que dijiste!
Con todas las fuerzas que tenía enderezé mi espalda para poder sentarme y mirarla a la cara—Eres una maldita ciega —mi mejilla sintió como comenzaba a picar y después a arder. Dolía demasiado, ella tenía la mano demasiado pesada
—Tu te lo buscaste. Si no quieres que veamos esta cosa es porque algo ocultas ahí ¿verdad? —se sonrieron y la pelirosa dio una rápida hojeada hasta parar en el centro del libro leyendo en voz baja hasta sonreír
—No puede ser... Me imagino que no te debe importar que le haga esto... —arrancó la hoja y la achurró entre su mano —... a tu libro
—¡No, espera! Por favor detente... No quiero problemas ¿si?
Con una gran fuerza empezó a arrancar todo a su paso hasta destruirlo por completo. Luego cayó frente a mi todo despedazado y hecho nada.
—Si le dices de esto a alguien mañana te irá peor, y hay de ti si le dices a alguien sobre tu estúpido libro porque en menos de dos segundos haré que impriman por toda la escuela lo que leí en esa hoja —finalmente sentí mi cabello suelto y pude sostenerle la mirada —. Que tengas un lindo día —ambas lesbianas se fueron riendo hasta perderse por las escaleras
Me levanté como pude a duras penas para poder llegar hasta el baño que quedaba en la esquina. Otra vez estaba sola, como siempre.
Cerré la puerta de mi cubículo y absorbí mi nariz. De apoco quité mi abrigo de lana color azul y mi vestido negro de estampado para observar los nuevos golpes sobre los anteriores moretones de colores que ya tienen tiempo de adornar mi piel.
No me había fijado si había alguien adentro del baño por lo apresurada que fui pero moría de curiosidad por verme, no por ver lo que me causaron sino ver donde están cada uno de los golpes para saber más tarde donde debo taparlos.
Si mi padre ve esto me irá terriblemente mal, pues sabrá que alguien más vio sus golpes.
Esos son los secretos de mi pasado, pero nadie puede saberlo. Sólo yo sé cuál es la causa.
Una vez salí de allí levanté mi vestido para verme. Tenía un golpe rojo con verde a un costado de mi costilla izquierda, unas marcas sobre mis muñecas y mi mejilla levemente morada, pero más roja que nada.
Estuve a punto de romper en llanto cuando escuché una puerta ser abierta, la última para ser exactos. Enseguida tape todo lo mejor que pude y fingir que solo me veía la cara pero su rostro de sorprendida me hizo creer que si había visto algo que no debió.
Se acercó muy rápido a mi y me miró de arriba a bajo.
—Amiga ¿Estás bien? ¿Qué te pasó? —dijo escaneándome con preocupación
—Nada estoy bien
Llevó su mano a mi mejilla para observar de cerca el manotazo que me dio la chica de hace un rato; por el dolor que sentía ladee la cabeza hacia otro lado quitando su mano —¿Qué le pasó a tu cara?
—Nada, ya dije que estoy bien
—¿Segura? —asentí —¿eres la nueva no?
—No me llames así por favor, siento que me estás poniendo una etiqueta como todos aquí desde que llegué ayer
—Lo siento, ¿Cuál es tu nombre?
—Nayeon...
—¿eres de cuarto año no? —preguntó sacando una toallita húmeda
—Sí, de ciencias ¿y tu? —vi cómo llevó la toallita hacia mí cara para limpiar un poco la pequeña marca de sangre que salía de mi labio
—Yo soy de comercio pero ya estoy en sexto, este es mi último año
—¿También te fue así en tu primer día?
—No así, pero he tenido peores días... Por cierto soy Lisa, mi nombre es más largo pero prefiero que me llames así ¿te molesta si te pregunto quienes fueron los que te hicieron esto?
—No lo sé, no sé quienes eran...
—¿Hombres o mujeres?
—Mujeres
—¿Ahora estas libre? —metió todo a su bolso escolar color crema y me sonrió un poco
—Eh sí ¿por?
—Estoy segura que nadie te ha mostrado la escuela, pienso que debes distraerte un poco de todo esto ¿no te parece? Así nos contamos cualquier cosa hasta tu próxima clase
—Está bien, pero ¿qué hay de ti?
—¿Yo? —rió un poco —oh no, descuida por ser “graduando” no tengo muchas cosas que hacer, son más horas libres que clases aburridas de hora y media ¿vamos?
—Te sigo
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❝𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐚❞ •[𝗬𝗼𝗼𝗻𝗴𝘆𝗲𝗼𝗻 ]•
Fanfiction❝𝑁𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑒𝑟𝑒𝑠, 𝑛𝑜 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟𝑒́ 𝑑𝑒 𝑎𝑚𝑎𝑟𝑡𝑒❞ •⭒✩☽ 𝗬𝗼𝗼𝗻𝗴𝘆𝗲𝗼𝗻 •⭒✩☽ 𝐍𝐨𝐛𝐨𝐝𝐲 𝐭𝐚𝐥𝐤𝐬 𝐭𝐨 𝐬𝐡𝐞 | 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐚 •⭒✩☽ 𝐀 𝐄 𝐒 𝐓 𝐇 𝐄 𝐓 𝐈 𝐂 𝐏 𝐀 𝐑 𝐀 𝐃 𝐈 𝐒 𝐄 ➶ No...