if I was your boyfriend...(stony)

XVII

   Si yo fuera tu novio...
Seria aquella personas que te arrebataría tus más anhelantes suspiros, sería la primera persona por pasar por tu mente, si fueras mi novio te llevaría aprobar las mejores donas que venden en aquella cafetería que se llaman "the donuts day.

Atte I.M

Tony había comenzado hablar de su proyecto conforme iban pasando las personas, estaba muy emocionado a pesar de querer crear una armadura solo había logrado hacer una parte de ella que era aquel brazo metálico.

Las personas se arrimaban para poder ver más de cerca asombrados con aquel rayo azul que lanzaba Tony.

Tony se sentía maravillado con su proyecto, estaba progresando y se sentía muy honrado con cada uno de los aplausos que le propinaban, el agradeció a cada una de las personas.

Otro grupo de gente se había acercado y comenzó a explicar de nuevo, hasta que lo vio, aquella cabellera rubia que tanto amaba, las palabras se le fueron de la boca.

—oh si...y a-amh—comenzó a tartamudear—¡el rayo azul si!—apuntó su brazo hacia aquel punto negro—solo miren.

Steve lo miraba atento y eso solo ocasionaba que sus nervios aumentara, no podía fallar no frente a él, respiro hondo y apuntó dando en el blanco.

—¿y bien señores? ¿alguna pregunta?—vio que negaban y bajo su brazo.—es todo por hoy, muchas gracias, me encantaría que dejaran algún comentario por la parte de allá.

La gente se dispersó y Steve por fin pudo acercarse a Tony.

—estuvo increíble—le sonrió.

—jeje gracias supongo—se rasco la nuca avergonzado.—¿haz pasado por los demás estantes?

—claro pero ningún me impresionó tanto como el tuyo.

—oh—desvió la mirada—bueno eso es por que no son Tony Stark.

—cuanto ego—rió.

—¿trajiste algo para mi?—pregunto volviendo su mirada hacia steve—Natasha dijo que comprarías algo para mi.

—Natasha siempre arruinando sorpresas—sacó la bolsa con donas y se las lanzo—toma, te las mereces.

—gracias—sonrió como bobo enamorado.

Giro su cabeza hacia donde se encontraba Janet, quien levantó ambos pulgares.

Tony solo rodó los ojos y sacó una de los donas, su estomago rugió gustoso por el deseo de comer algo. Steve le sonrió y se despidió de Tony.

—trajo mis favoritas, ¿algún día dejara de ser tan perfecto este hombre?